Jornadas de la Asociación Europeos

«La emigración no tiene por qué suponer una desestructuración de la familia»

El 28% de los extranjeros viven en hogares con 5 o más personas

"La emigración no tiene por qué suponer una desestructuración de la familia"
Mesa presidencial de las Jornadas sobre migración

Sin vida y diálogo en las plazas no hay democracia, sin democracia no hay ciudadanía, y el comienzo de la vecindad intercultural está en la ciudadanía multicultural

«La familia inmigrante en España» ha sido el título de la ponencia marco que ha abierto este primer día de trabajo de las jornadas organizadas por la Asociación Europeos: «Integración en familia. Procesos y tendencias». La profesora de la universidad de Alcalá de Henares, doña Concepción Carrasco, ha abordado en esta ponencia factores de índole sociológica y económica relacionados con la inmigración y la familia.

«La emigración no tiene por qué suponer una desestructuración de la familia, sino una reestructuración», ha afirmado. Entre las interesantes cifras que ha expuesto, está la de las personas que viven en hogares con muchos habitantes, lo que influye en la educación de los hijos y en la calidad de vida en general del ser humano y de las familias. Así, el 28% de los extranjeros viven en hogares con 5 o más personas, mientras que el porcentaje asciende sólo al 13% en el caso de los españoles. No obstante la cifra de hogares unipersonales es mayor en el caso de los españoles (19%) que en el de los extranjeros (14%).

La profesora ha destacado que en la situación económica de dificultad que atraviesa el país, el 6,9% de los hogares de españoles tiene en paro a todos sus activos. Porcentaje que se eleva hasta el 14,4% en el caso de los hogares habitados por extranjeros.

Una de las conclusiones a las que ha llegado Carrasco es que la familia inmigrante es la zona de encuentro entre la primera y la segunda generación. Y en su vertiente educativa ha destacado: «El éxito de la educación de los hijos es el éxito del proyecto migratorio de los padres«. No obstante, la reagrupación familiar es más intensa con respecto a los cónyuges que con respecto a los hijos, según Concha Carrasco.

La mesa de comunicaciones que ha seguido a la ponencia marco ha reunido a cuatro prestigiosos profesionales del sector: doña Rosa Aparicio, profesora de la Fundación Ortega y Gasset, doña Margarita García, del Instituto de la Familia de la Universidad Pontificia de Salamanca, doña Salomé Adroher, del Instituto de Familia de la Universidad Pontificia de Comillas, y don Emilio José Gómez-Ciriano, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Rosa Aparicio ha centrado su discurso en el tema de la segunda generación. «La discriminación que viven algunos jóvenes de segunda generación es un factor importante porque influye en la inserción, aunque muchos no tienen la percepción de haber sido discriminados». Y en ocasiones la discriminación no llega en el ámbito educativo por el hecho de ser hijo de extranjero, sino por otros factores. En las investigaciones llevadas a cabo por Aparicio se ve cómo las expectativas educativas de los padres superan con creces a las de los hijos y según afirma: «Entre ambas se abre una gran brecha».

Con el título «Mediación familiar e inmigración», Margarita García ha valorado la parte preventiva y reconciliadora del trabajo de los mediadores familiares, cuyo fundamento es el fortalecimiento de la familia y su cohesión e inserción positiva en la sociedad. «El trabajo del mediador legitima las familias, porque la mediación es una vía de apertura que acoge a los inmigrantes sin avasallar».

Los aspectos jurídicos de la integración en familia han sido expuestos por Salomé Adroher, que ha dado algunas claves para que el derecho cumpla su función de garante de la integración y no de obstáculo. Adroher ha abordado temas como la superación de las ausencias, el desafío de la independencia, la tarea de la interculturalidad, la legislación de extranjería y el derecho a la vida en familia, etc.

Y para cerrar el trabajo matutino, Emilio J. Gómez-Ciriano ha hablado de los barrios. Su exposición: «El barrio como espacio privilegiado para construir ciudadanía desde la vecindad intercultural» ha despertado vivamente la atención de los participantes por su vehemencia. Para Gómez-Ciriano, sin vida y diálogo en las plazas no hay democracia, sin democracia no hay ciudadanía, y el comienzo de la vecindad intercultural está en la ciudadanía multicultural. Su dura crítica a los recortes presupuestarios ha sido fundamentada diciendo que si no se invierte en los colectivos vulnerables, saldrá mucho más caro invertir después en los excluidos. Ha defendido el fortalecimiento del tejido asociativo para dar voz a los que no la tienen y ha pedido a los poderes públicos que apuesten por mantener el tejido social. «El barrio es subsanador de muchas diferencias, pero sólo si está bien dotado para el diálogo y se mantiene como un espacio de interlocución», ha asegurado Gómez-Ciriano.

Tras la pausa de la comida, don Jesús Hernández Aristu, profesor de la Universidad Pública de Navarra tomó la palabra para ilustrar a los asistentes con su ponencia: «Evolución y factores de estabilidad de la familia en la postmodernidad. Valores y perspectivas». Hernández Aristu no se ha limitado a hacer una relación de los nuevos modelos de familia: monoparentales, biculturales, de padres homosexuales, singles… sino que se ha atrevido también con temas tan determinantes como la libertad dentro de la familia o las funciones que ejerce ésta en la sociedad. Así, hace unos años la familia desempeñaba funciones como las de procreación, cuidado de personas con necesidad de cuidados y educación. Según el ponente, gran parte de estas funciones han pasado en la actualidad al Estado. La función primordial que hoy día tiene la familia -ha reflexionado Hernández Aristu- es la de garantizar la estabilidad emocional.

La mesa redonda de experiencias de integración que ha seguido a la ponencia de Jesús Hernández Aristu ha contado con seis intervenciones y con la eficaz moderación del delegado diocesano de migraciones de Burgos José Luis Lastra.

Don Vladimir Paspuel, presidente de la Asociación Rumiñahui y de la Red Europea de Ecuatorianos ha hablado del trabajo que desarrolla desde la asociación para reivindicar los derechos de los inmigrantes, de las redadas policiales, de los centros de internamiento… Paspuel ha reconocido que en algunos momentos ha echado en falta el apoyo de la Iglesia Católica.

El representante del Centro Hispano Paraguayo, José Gutiérrez, ha presentado los servicios que se prestan a los inmigrantes en los centros de integración y participación de la Comunidad de Madrid, los conocidos como CEPI’S. El centro de referencia está estructurado por áreas de trabajo: legal, laboral, psicosocial, sociocultural, investigación, sensibilización…

Margarita Pikula, vicepresidenta de la asociación de polacos en España «Águila Blanca» y directora de dos colegios españoles, ha destacado los objetivos que se ha marcado esta asociación para que las personas procedentes de Polonia se integren en nuestro país.

«Es complejo querer transmitir la realidad de los 50 países que integran África en pocos minutos. Porque todos son diferentes y la realidad migratoria de los mismos también lo es», ha comenzado diciendo el presidente de la Asociación Karibu Antonio Díaz de Feijóo. Su primer objetivo fue plantear asistencia humanitaria a los primeros africanos con los que trabajaron. Recibieron numerosas críticas por eso, pero siguieron adelante. La ayuda a la integración también era un objetivo fundacional de Karibu, y también han seguido adelante con ello, a pesar de la infinidad de dificultades con las que se han encontrado como las redadas policiales o la falta de apoyo de las embajadas de los distintos países de África.

Antonio Beltrán, presidente de la Confederación Europea de Asociaciones Españolas de Padres de Familia, ha destacado el trabajo que han realizado con el sistema educativo alemán de los hijos y que ése ha sido el motor del éxito de los integrantes de estas asociaciones. Y el mérito es muy digno de tenerse en cuenta ya que todo este trabajo se ha llevado a cabo de manera absolutamente voluntaria. Ha reconocido la importancia del mantenimiento de la lengua materna en el desarrollo de un niño que tiene que integrarse en la sociedad de acogida.

De Holanda, a través de la experiencia personal migratoria de Toos Beentjes en Chile, ha llegado el mensaje que describe la gran cantidad de procesos de integración que viven las familias a lo largo de su permanencia en otros países. Ella ha dicho que hay que tener mucho cuidado cuando se habla de integración, porque lo que hay que evitar es perder las raíces.

 

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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