Bashir siempre se sale con la suya, y gracias a las fuerzas de seguridad del estado, consigue que las mayores de sus atrocidades no salgan en los medios de comunicación
(Albero Eisman).- Me hubiera gustado hablar hoy del viaje que el Papa comienza hoy a Benín, pero me veo en el imperativo moral de tener que hablar de otro tema mucho más crucial por las serias implicaciones que tiene. Me refiero a la presente situación de la República del Sudán (la parte Norte del antiguo Sudán unido, para entendernos), en la cual se están cometiendo de nuevo terribles atrocidades contra la población civil.
El gobierno de Jartúm, como ya lo hizo durante largos años con las poblaciones del sur, se ensaña ahora mismo contra sus propios ciudadanos y bombardea zonas «sospechosas» de no ser suficientemente adeptas al régimen de Omar al Bashir, el presidente del país en la lista de búsqueda y captura del Tribunal Internacional de La Haya bajo acusaciones de genocidio y de crímenes contra la humanidad.
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