(Nicolás Castellanos).- Así lo estableció la Unión Europea. Quieren valorar el papel relevante del voluntariado en la reducción de las fronteras de la pobreza, problema planetario difícil, pero posible de solucionar. El voluntario se mueve entre cultura de la insolidaridad y la cultura de la solidaridad. El NORTE vive muy bien, porque el SUR ni siquiera sobrevive. La sociedad de consumo se mueve en la «cultura de la satisfacción», mientras en el Sur vivimos sometidos a la «dictadura de la pobreza». No queda más remedio que levantar un movimiento de insumisión contra el NORTE a favor del SUR.
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