Si Rajoy actúa «sin venganzas» en la política penitenciaria, sería «suficiente» para «lograr cuanto antes la entrega de las armas y la disolución de ETA»
El sacerdote vasco Joseba Segura, experto en el proceso de pacificación de Euskadi, considera que «la izquierda abertzale debe reconocer el dolor causado por ETA». En una entrevista que publica hoy El Correo, Segura, que tendió puentes para crear un clima de confianza antes de la tregua de 2006 y participó junto al obispo Uriarte en las negociaciones Gobierno-ETA en 1998, analiza el nuevo tiempo abierto tras el cese definitivo del terrorismo. Lo cuenta Diario Vasco.
El exresponsable de la pastoral social de la diócesis de Bilbao, afirma que la «ETA que hemos conocido se ha difuminado» y que «cualquier escisión sería un fenómeno marginal operativamente inviable». También cree que la banda debía «haber cerrado la persiana antes».
Segura analiza la evolución de los últimos años, en especial el fallido proceso de 2006, y asegura que «los líderes de Batasuna aprendieron la lección y dieron pasos para que ETA no tuviera la última palabra».
El punto de inflexión, según señala, se produjo el pasado febrero cuando «un líder fuerte de la izquierda abertzale, Rufi Etxeberria, sale a la palestra a presentar los estatutos de Sortu, los cuales, para sorpresa de muchos, decían cosas que no podían haber sido dictadas por ETA».
Sobre el documento hacia las víctimas que prepara la formación independentista, Segura considera que «sería bueno que se atreviera a cuestionar el sectarismo ideológico del discurso político-militar».
El sacerdote vasco, actualmente en Ecuador para activar la labor del Episcopado en Cáritas, señala que si el futuro presidente, Mariano Rajoy, actúa «sin venganzas» a la hora de flexibilizar la política penitenciaria, sería «suficiente» para «lograr cuanto antes la entrega de las armas y la disolución de ETA».