Se corresponde con una actitud positiva hacia la persona que tenemos frente a nosotros. Con una vocación permanente para no crear gresca y mal ambiente
(Carmen Bellver).- Es una palabra que no está en el diccionario, aunque sí su antónimo que es la maledicencia, mucho mejor conocida que la primera se refiere al arte de calumniar, difamar, provocar infundios, murmurar, etc. La conocemos mucho y la practicamos sin el menor cargo de conciencia. Pero de la benedicencia no hay ni rastro y consiste precisamente en hablar bien de alguien, en encontrar sus rasgos positivos, en silenciar los errores del prójimo, algo que no es habitual y que sin embargo ha propuesto un amigo de twitter, el padre Juan A Ruiz J. Me gusta leer sus twist sobre este tema.
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