"Nos sentimos bendecidos por Dios"

Domingo de la alegría

"Es un privilegio anunciaros que el Señor nos visita como Príncipe de la paz"

Domingo de la alegría
Domingo Gaudete

El tiempo de Adviento es tiempo de gracia, se nos llama a recibir el mensaje novedoso de la esperanza, a mirar hacia lo favorable que está por venir

ngel Moreno de la Buenafuente).- Este domingo lleva el sobrenombre de «Domingo de la alegría, del gozo», porque significa que ya hemos pasado la mitad del tiempo de expectación y se aproximan los días de la Navidad.

La Liturgia escoge textos remecidos de sentimientos agradecidos y gozosos, con el deseo de transfundir al corazón de los creyentes y de quienes buscan con buena voluntad un referente de luz en sus vidas, los sentimientos que inundaron a María y a los creyentes de Israel en su expectación del Mesías.

«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos y a los prisioneros, la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor».

En el ministerio de la predicación se siente el deber de proclamar la verdad, de pronunciar el discurso más coincidente con lo que revelan las Escrituras. Y hay momentos en los que se percibe violencia por lo que se debe decir, además de que resulte incómodo. Pero también es verdad que la Palabra nos invita a anunciar el año de gracia del Señor, y es un privilegio anunciaros que el Señor nos visita como Príncipe de la paz.

Hace un mes me encontraba en Nazaret. Allí recordamos el texto del discurso de Jesús en la sinagoga de su pueblo, y cómo citó al profeta Isaías, cortando la lectura antes de pronunciar la expresión «un día de venganza».

El tiempo de Adviento es tiempo de gracia, se nos llama a recibir el mensaje novedoso de la esperanza, a mirar hacia lo favorable que está por venir. Hoy, ante tal anuncio, el profeta exulta y canta su Magnicat, y el texto interleccional es, de manera extraordinaria, del Evangelio de San Lucas, de donde toma como texto el cántico de María.

Estamos invitados a escribir y cantar, o al menos declamar, los motivos por los que nos sentimos bendecidos por Dios, favorecidos, acompañados por la gracia. San Pablo muestra la misma actitud: «Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. En toda ocasión tened la Acción de Gracias: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros. No apaguéis el espíritu, no despreciéis el don de profecía; sino examinadlo todo, quedándoos con lo bueno».

 

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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