Nada, absolutamente nada, ni la escritura, ni la historia, ni la lógica, pueden hacernos pensar que los padres de Jesús fueran pobres
(Jairo del Agua).- Hay quienes, para enaltecer la pobreza, aseguran que la familia de Jesús fue pobre y presentan el nacimiento en Belén como un signo evidente. ¡No lo creo!
Una cosa es ser pobre -careciendo de lo necesario- y otra vivir desprendido de ambiciones materiales. Esto último es lo que llamamos «pobreza espiritual». ¿Por qué el recelo hacia la vida próspera al tiempo que esforzada, honesta y generosa?
Para leer el artículo completo, pincha aquí: