Así quiero evocar hoy, en la víspera de la Navidad al Dios que nace Negro en Belén, moreno del Sur, africano del gueto, niño de barraca o barrio condenado a la miseria... niño de esperanza
(Xabier Pikaza).- Esta frase (Dios es Negro) está en el fondo de varios movimientos sociales y/o cristianos, tanto en USA, como en África o Brasil, que ponen de relieve que Dios se identifica con aquello que es distinto, con lo más pequeño y despreciado, los negros, las mujeres.
En esa línea, el mismo Dios-Hombre que ha podido decir y ha dicho yo-soy (Ex 3, 14) o «estoy encarcelado» (Mt 25), afirma Yo soy Negra, Yo soy Negro. En esa línea quiero hablar de una Navidad Negra de Dios.
Machín, en gran cantor, nos hablo hace tiempo de los angelitos negros del cielo de Dios, y de los altares de las iglesias cristianas. Yo quiero poner en el altar de la Navidad Cristiana al Niño Negro de la Esperanza, con su Madre Negra de Vida.
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