Es necesario educar a las futuras generaciones en la auténtica libertad, en el amor a la verdad, al bien y a la justicia
El obispo de Bilbao, Mario Iceta, ha considerado que «es posible vencer» la actual situación de crisis «cuando ponemos a la persona en el centro de toda actividad humana e iniciamos el camino de la conversión personal y comunitaria» y ha abogado por una economía al servicio de las personas.
En su mensaje de Navidad difundido hoy por la Diócesis de Bilbao, el obispo ha indicado que «este tiempo recio de crisis ha puesto en evidencia las carencias antropológicas y éticas sobre las que se construyen sistemas económicos y financieros donde no es la persona, sino otros intereses, su centro y fin último».
Iceta ha abogado por una economía al servicio de la persona y promotora de justicia y solidaridad y ha apostado por trabajar con ese objetivo concertando esfuerzos y sacrificios «por parte de todos».
El obispo ha instado a la autocrítica a todas las personas, organizaciones e instituciones sobre comportamientos que hayan podido alimentar «una crisis que previsiblemente nos acompañe durante varios años«.
Iceta ha abogado por recuperar un modo de consumo responsable, la austeridad, y poner «al Señor y al prójimo en el centro de nuestras ocupaciones».
Según ha indicado, este tiempo de Navidad «nos debe mover a buscar siempre el bien común, a la creatividad en el desarrollo de economías humanizadas, a un especial cuidado en el cumplimiento de las obligaciones tributarias, a una distribución y uso responsable de las ayudas públicas, a la promoción de nuevos proyectos laborales y empresariales y a la generosidad ordenada y sostenida en el compartir con los más desfavorecidos, sin olvidar la colaboración y solidaridad con los países empobrecidos«.
Respecto al terrorismo en Euskadi, el obispo Iceta ha evidenciado en su mensaje de Navidad que «las noticias de estos meses han avivado nuestra esperanza de vivir en paz«.
Ha indicado que la sociedad «ha evolucionado mucho en lo referente al rechazo de todo tipo de violencia«, aunque ha considerado que «queda un largo camino por recorrer y muchas heridas que necesitan curación».
«Queremos empeñarnos -ha añadido- en la tarea de construir una convivencia arraigada en la verdad, la justicia, y el bien, que sea respetuosa con todos, pacífica y fraterna».
A su juicio, es necesario educar a las futuras generaciones «en la auténtica libertad, en el amor a la verdad, al bien y a la justicia que son generadoras de la paz verdadera».
En su mensaje, el obispo también insta a despojar la celebración de la Navidad de «adherencias estériles y vivirla en su verdad» ante «los elementos superfluos» con los que se han ido envolviendo estas fiestas.
(RD/Efe)