Sería maravilloso poder celebrar cuanto antes la beatificación de este "arquitecto de Dios" en la basílica proyectada e iniciada por él
(Jesús Bastante).- «El Gobierno tiene que trabajar mucho para salir de la crisis económica«, asume el cardenal de Barcelona, Lluís Martínez Sistach. En una entrevista concedida a RD, el purpurado repasa los retos de la Iglesia catalana y española, la beatificación de Gaudí, los trabajos para el «atrio de los gentiles» que se celebrará esta primavera en la Ciudad Condal, mientras se prepara para celebrar la Navidad, «procurando imitar al Niño Dios y viéndolo en cada hombre y en cada mujer con los que me relaciono cada día».
Hace un mes se cumplió un año del histórico viaje de Benedicto XVI a Barcelona. ¿Qué queda de aquella visita? ¿Qué retos se plantearon?
Queda el recuerdo agradecido al Santo Padre Benedicto XVI por su visita y el contenido de su rico mensaje que nos dijo con sus palabras y con su presencia. Todos quedamos admirados de la cercanía del Papa tanto en la dedicación de la basílica de la Sagrada Familia como en la visita al «Nen Déu». De alguna manera ha habido un antes y un después de la visita apostólica. Respecto de la basílica, por haber aumentado un 40% el número de los visitantes de este templo único por su belleza y su riquísima simbología bíblica, catequética y litúrgica. Respecto de la pastoral, el nuevo Plan Pastoral que hemos iniciado este curso está dedicado plenamente a la nueva evangelización a la cual nos animó el Papa con su mensaje. En determinados grupos de intelectuales catalanes agnósticos, después de la dedicación de la Sagrada Familia, se observa una actitud distinta y participativa respecto de la Iglesia.
Uno de los grandes desafíos de la Iglesia, planteados por Benedicto XVI, es la nueva evangelización. En este sentido, Barcelona se ha configurado como una de las ciudades clave para el «aerópago de las culturas». ¿En qué consiste? ¿Cuándo se celebrará?
Es el gran reto que tiene toda la Iglesia y especialmente los cristianos que vivimos en sociedades de la Europa occidental. Por otra parte, evangelizar es la tarea específica y esencial de la Iglesia ya que ésta existe para anunciar a Jesucristo y a su Evangelio. La nueva evangelización mira a los países de cristiandad, pero que se han ido descristianizando. Barcelona participará con otras once grandes ciudades europeas en la «Misión Metrópolis», en febrero-marzo de 2012, promovida por el Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización. En el mes de mayor tendrá lugar en Barcelona una sesión de dos días del «Atrio de los Gentiles», dedicada al arte, a la belleza y a la trascendencia para el diálogo, creyentes y no creyentes, con la participación del Cardenal Ravasi, presidente de aquel Consejo. En la archidiócesis se trabaja de años en el diálogo fe y cultura.
¿Qué papel tiene la cultura en la evangelización de hoy?
Tiene un papel muy importante. El anuncio de Jesús como Dios y hombre, se dirige a las personas, las cuales viven inmersas en su propia cultura. Por ello el anuncio tiene que conocer cada una de las culturas y debe inculturarse para que diga algo comprensible y creíble a los evangelizados. Asimismo, el mensaje de Jesús, la revelación, se hace cultura para cada pueblo y enriquece y purifica cada una de las culturas. El Papa Pablo VI ya decía que el mal de nuestro tiempo era el divorcio entre fe y cultura. Con la celebración del «Atrio de los Gentiles» el próximo mes de mayo, pretendemos favorecer este diálogo. Desde hace veinticinco años trabaja en Barcelona la Fundación Joan Maragall, que tiene como finalidad el diálogo fe y cultura. Pero hay otras instituciones eclesiales que directa o indirectamente contribuyen a este necesario diálogo.
La Iglesia, ¿qué papel debe jugar en la actual situación? ¿Cuáles son los «talentos» que debe aprovechar?
La Iglesia ha de anunciar a Jesucristo y su Evangelio y realizando esta misión contribuye positivamente al bien de las personas y de los pueblos, porque el mensaje de Jesús tiene un humanismo riquísimo. Estoy convencido de que cuando el Evangelio es acogido por las personas, la comunidad civil se hace también más responsable, más atenta a las exigencias del bien común y más solidaria con los necesitados. Asimismo, la Iglesia ha de ayudar con un sinfín de servicios a las personas, familias y a la sociedad, especialmente a los pobres y necesitados. Eso es también esencial para la Iglesia. ¿Qué ha de hacer la Iglesia hoy? Lo que ha ido haciendo: anunciar a Jesús, celebrar la fe y dar testimonio de caridad. Tres dimensiones que el mundo espera de la Iglesia y que necesita el hombre ya que no vive sólo de pan, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios.
¿Cuáles son las claves, en su opinión, que debe tener en cuenta el nuevo Gobierno para salir de la crisis?
Trabajar mucho para salir de la crisis económica. Los cinco millones de parados es alarmante y constituye una cuestión de Estado y estos problemas, pienso, han de ser abordados unitariamente con la participación de todos los partidos políticos, todos los sindicatos, las patronales, etc. Pienso que los ciudadanos lo desean. Trabajar mucho para el bienestar social. Crece constantemente el número de personas y familias que acuden a Cáritas, a las parroquias, buscando ayuda, primer trabajo, pero también comida, etc. Trabajar para fomentar los valores auténticos, humanos y cristianos, que son también muy necesarios para salir de la crisis ya que ésta no es sólo económica, sino también y principalmente de valores. Valores como la vida, la honestidad, el compromiso, la responsabilidad, la austeridad, la solidaridad, etc.
Acaba de presentar, en el Vaticano, una gran exposición sobre Gaudí y la Sagrada Familia ¿Qué papel tiene este templo en la vida de la Iglesia de Barcelona?
Un papel muy importante. Hoy se conoce aún más a Barcelona y a la archidiócesis por la basílica de la Sagrada Familia. Ha sido providencial dedicar la basílica sin esperar que esté todo el exterior del templo terminado. La dedicamos al culto, con una belleza excepcional y un aforo de casi cinco mil personas. Pocas ciudades tienen un templo así. Sirve mucho para la evangelización, ya que son más de tres millones de personas que entrarán este año en la basílica y su belleza y simbología religiosa les ayudan a acercarse a la Belleza, al Transcendente, a Dios. Es también una presencia pública y visible del Dios invisible en medio de una cultura laicista que quiere relegar la fe y la religión a la privacidad. Es un santuario dedicado a la familia, institución capital para el bien de las personas y de la sociedad. Se ha referido a la exposición de Gaudí y la Sagrada Familia en el Vaticano, en el «Braccio di Carlomagno». Está siendo un éxito de visitantes y constituye una presentación de nuestra cultura, nuestra espiritualidad y nuestro arte en el centro de la cristiandad.
¿Cómo se prepara un cardenal para la llegada del Niño Dios? ¿Cómo vive el Adviento y la Navidad el cardenal Sistach?
Procurando imitar al Niño Dios y viéndolo en cada hombre y en cada mujer con los que me relaciono cada día. El cristianismo se caracteriza por ser Dios quien busca al hombre y a la mujer. Dios se hace niño, comparte en Jesús de Nazaret su vida con nosotros. Dios nos busca hoy y siempre. La Iglesia tiene un mensaje muy actual y muy necesario: el amor. ¿Quién no lo entiende? ¿Quién no lo busca? Intento vivir Adviento y Navidad trabajando en la nueva evangelización con la colaboración de toda la archidiócesis de Barcelona para propiciar a los hombres y mujeres un encuentro personal con Jesús.
¿Cuál es la realidad de la Iglesia catalana? ¿Cómo vive sus peculiaridades dentro de la Iglesia española?
La Iglesia de Cataluña desea ser fiel a Jesucristo y anunciar el Evangelio con nuevo ardor. Constatamos que se trabaja mucho pero es necesario intensificar el esfuerzo. Nuestras sociedades europeas se van situando globalmente fuera de la vida de la Iglesia también, en formas y grados diversos, de la fe en Jesucristo. Nos urge la evangelización. Ofrecer nuestra propuesta. Procuramos trabajar muy unidas las diócesis catalanas en los campos de la pastoral y también en las Cáritas. Los Obispos formamos parte de la Conferencia Episcopal Española, pero en muchísimas materias tenemos nosotros y los Obispos en sus diócesis y agrupados entre ellos plena autonomía. Pienso que la Iglesia en Cataluña está abierta a la sociedad, se siente y la sienten muchísimos formando parte de la sociedad a la cual ama y sirve. La dimensión espiritual y de colaboración de la fe enriquece a las personas y por ende a la sociedad catalana. La participación de los cristianos en la cultura catalana ha sido siempre y es importante. Cáritas y las parroquias estamos realizando un servicio muy necesario en medio de la crisis económica que comporta consecuencias muy negativas para muchísimas personas y familias. Son también muchas las instituciones eclesiales que trabajan en el campo de los enfermos, ancianos, marginados, de la enseñanza, etc.
¿Se ve próxima la beatificación del arquitecto de Dios?
Desearía que fuera así. La causa ya está en Roma. Fundamentalmente falta que Dios realice un milagro por la intercesión de Antoni Gaudí. Sería maravilloso poder celebrar cuanto antes la beatificación de este «arquitecto de Dios» en la basílica proyectada e iniciada por él. Gaudí fue un arquitecto genial pero también un cristiano ejemplar. La construcción de la Sagrada Familia le fue convirtiendo y santificando.