Con 130.000 visitas anuales, las iglesias románicas son un gran atractivo para la comarca de la Alta Ribagorça
Los recortes presupuestarios de la Generalitat han obligado al Centre del Romànic de la Vall de Boí a aprobar un expediente de regulación de empleo que deja sin trabajo a siete de sus doce trabajadores y a cerrar al público a ratos algunas iglesias declaradas Patrimonio de la Humanidad.
Esta semana la iglesia de Sant Climent de Taüll permacerá abierta con su horario habitual, de lunes a domingo, mientras que Sant Joan de Boí sólo abrirá por la tarde y Santa Eulalia de Erill la Vall lo hará por la mañana.
De miércoles a domingo por la mañana abrirá la Natividad de Durro y por la tarde Sant Feliu de Barruera, ha informado a Europa Press el alcalde de la Vall de Boí, Joan Perelada.
El alcalde cifra en un 40% el descenso de las ayudas de la Generalitat en 2007, año en el que se creó el consorcio, y en 2011, ejercicio en que recibió 135.000 euros.
Pendiente de la fijación del presupuesto para este año, el Centre del Romànic de la Vall de Boí ha subido considerablemente el precio de las entradas.
Así, el billete para entrar a Sant Climent de Taüll, con subida al campanario, pasa de costar 1,5 a tres euros, mientras que en la misma población la entrada a Santa Maria es gratuita, y en el resto el billete pasa de 1,5 a dos euros.
Con 130.000 visitas anuales, las iglesias románicas son un gran atractivo para la comarca de la Alta Ribagorça y el principal reclamo para el turismo, por lo que la hostelería, según Perelada teme un perjuicio económico.
El alcalde de la Vall de Boí tiene previsto plantear en la próxima reunión del Consorcio del Romànic la posibilidad de crear una fundación que pueda recibir aportaciones de la comarca para mejorar la financiación.
Este consorcio recibirá este año 40.000 euros de la Diputación de Lleida –la misma partida que en 2011–. (RD/Ep)
