Contempla el resplandor que nace de lo alto, déjale que inunde tu corazón
(Ángel Moreno, de Buenafuente).- Si no deseas perecer como vagabundo por haber perdido las referencias y la dirección del camino. si no deseas ser indigente, menesteroso de amor y de paz profunda.
Si no quieres que te invada el sentimiento de vacío y de ausencia. Acoge la luz de la Palabra de Dios que viene en tu ayuda y se convierte en horizonte de sentido.
Contempla el resplandor que nace de lo alto, déjale que inunde tu corazón. Pronuncia el nombre de quien sabes que te ama: ¡Jesús! Adora, a quien se te muestra en brazos de su Madre, y se deja querer por los humanos, mas es Dios El nombre de Jesús es el único que nos trae la salvación definitiva. Él se ha hecho uno de nosotros. Él quiere habitar en nuestro mismo interior y sentarse a la misma mesa de nuestra existencia.
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