Podemos rezar en señal de humilde aceptación del misterio de la vida y de la muerte, en reconocimiento de la grandeza de Dios y la limitación de nuestras fuerzas.
(Carmen Guaita).- Me han contado la historia de un buen hombre convencido de que si reproducía el David de Miguel Ángel en una bolita de miga de pan y la colocaba sobre el pedestal de la estatua, nadie notaría el cambio.
Es absurdo, ¿verdad? Pues miren esto otro:
Nadie que sea religioso acude a la filosofía; no la necesita. Nadie que filosofe de verdad es religioso, pues camina sin necesidad de agarraderas, peligrosamente pero en libertad. Así que sé religioso y reza o sé filósofo y piensa, pero sé solo una de las dos cosas según tu naturaleza y tu cultura.
¡Esto lo dice nada menos que Schopenhauer!
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