Una teología sin la Biblia nos estafa

Tomás de Aquino y la Biblia

Durante siglos los teólogos han considerado que la lectura de la Biblia era peligrosa

Tomás de Aquino y la Biblia
Santo Tomás de Aquino

La teología, y su hermanito menor que es el catecismo, han de estar al servicio de la Palabra de Dios, pero si las sirvientas se creen señoras, estamos perdidos.

La teología católica no está atada a ninguna escuela filosófica, pero con ninguna se ha sentido tan naturalmente, como en su casa, como con la escolástica, con la que acuñó una terminología y con la que formuló con la mayor precisión sus dogmas. Y de la escolástica, el príncipe es santo Tomás de Aquino. Y de Tomás de Aquino, la obra que se ha considerado más importante es la Suma Teológica. Pero si le pudiésemos preguntar, nos diría que para él lo más importante son sus comentarios bíblicos.

En su tiempo, la enseñanza de la sagrada doctrina en las universidades (que entonces eran todas eclesiásticas) se centraba en el estudio de las Sagradas Escrituras. Tenía tres grados. El primer grado consistía en una lectura cursiva, o sea seguida y rápida, de todos los libros de la Biblia. Era un primer conocimiento de su letra, porque se consideraba que la teología tenía que partir de la Palabra de Dios.

 

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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