Jesús es consciente de que para amar de este modo nuevo, es necesaria la renovación profunda de la humanidad. Y así Él se humilló y se rebajó hasta la muerte, y una muerte de cruz
(Vicente Luis García).- El pasado 25 de febrero se celebró el acto conjunto por la paz convocado por los tres obispos de las diócesis vascas. Una convocatoria que responde a una demanda social y a una necesidad pastoral según reconocen los propios obispos.
Expresamente decidieron no celebrar el acto en ninguna de las catedrales sino en templos que por un motivo u otro resultan significativos en cada diócesis: en Vitoria, san Miguel es el corazón espiritual de la devoción a la Virgen Blanca, patrona de la ciudad; El Carmen en Indautxu (Bilbao) reunía las mejores condiciones de accesibilidad para acoger al mayor número posible de fieles; y el Iesu, en Donosti es el último templo consagrado en la diócesis (en el año 2011) y con una capacidad de 450 personas ofrecía los requisitos deseados.
En cada celebración la participación de los fieles fue la recogió las singularidades de cada diócesis, velas, procesiones, txalaparta y txistu, representantes de diversos sectores de la diócesis, etc.
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