243 misioneros riojanos están presentes en 43 países diferentes
Esta mañana ha tenido la presentación del libro ‘Enviados a evangelizar‘, que recoge las vivencias de 22 misioneros, algunos religiosos y otros laicos, en Burundi, Benin y Ecuador. El libro, «ameno y divertido», recoge entre otros, la «dolorosa y gratuita expulsión» en 1985 de la misión enviada a Burundi o cómo un mecánico cambió sus vacaciones por ir a Benin a arreglar motores y bombas de agua, según ha explicado el delegado de Episcopal, Justo García Turza.
El sacerdote ha hecho estas declaraciones en una rueda de prensa en la que también han estado presentes el obispo de la Diócesis de Calahorra y la Calzada-Logroño, Juan José Omella; el delegado de Misiones, Jesús María Peña; y la cooperante Mónica Gómez.
Según ha explicado Peña, las misiones tienen como objetivo principal promover el desarrollo, y en concreto proyectos sanitarios y educativos. También «evangelizar».
Por su parte, Mónica Gómez ha explicado cómo ella, su marido y su hijo recién nacido dejaron sus trabajos en España para prestar su ayuda en Ecuador. Allí, ella daba catequesis, mientras su marido enseñaba a los lugareños como criar pollos para así proporcionarles un medio de vida.
El matrimonio tuvo otros dos hijos en Ecuador, donde «había muchas familias desestructuradas a causa del alcohol». Allí, Gómez y su familia eran vistos «como los ricos por ser blancos y porque su hijo Santiago tenía cuatro juguetes», sólo cuatro «porque no queríamos que tuviese más», ha insistido Mónica. «Los demás niños no tenían ninguno y por eso siempre querían venir a jugar a casa«.
El volumen también recoge una introducción escrita por Omella; los 22 testimonios antes citados; una explicación de carácter teológico; una breve explicación Burundi, Benin y Ecuador, donde los misioneros desarrollan su trabajo; y un poema titulado ‘Id y venid’ escrito por Vicente Robredo para finalizar.
Cabe recordar que 243 misioneros riojanos están presentes en 43 países diferentes.
(Rd/Ep)
