La paz no es la mera ausencia de la guerra ni se reduce sólo al establecimiento de un equilibrio de las fuerzas adversarias, ni surge de una dominación despótica
El cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, afirma que el clima de «relativismo imperante en amplias capas de la sociedad» supone «un duro golpe a la tarea educativa«, en su carta con motivo de la XXVII Jornada diocesana de Enseñanza que se celebra el próximo sábado bajo el lema ‘Educar en la Justicia y la Paz‘.
En este sentido, el cardenal apunta que, al no reconocerse nada como definitivo en el relativismo, la persona queda «condenada a dudar de la bondad de su misma vida y de las relaciones que la constituyen, de la validez de su esfuerzo por construir con los demás algo en común».
Ante esta situación, indica que la respuesta no puede ser «ni la resignación ni el plegarse a los dictados del pensamiento dominante» porque, de esta forma, a su juicio, se olvida que «el fin de todo proyecto educativo es la formación integral de la persona para que viva en plenitud y pueda hacer su aportación al bien de la sociedad».
Por ello, anima a los docentes a procurar despertar en los niños y jóvenes «los interrogantes oportunos» y acompañarles en la búsqueda que les lleve a descubrir a Dios que, según ha remarcado, «lejos de ser el rival de su felicidad, es el garante de su libertad y de su plena realización».
Por otra parte, señala que el actual escenario de la crisis económica es «un estímulo para educar en la justicia y la paz a los niños y jóvenes, partiendo de las orientaciones de la doctrina social de la Iglesia». No obstante, advierte de que se debe «superar la visión contractual de la justicia» que, a su juicio, es «una visión limitada» y «abrirla al horizonte de la solidaridad y del amor».
Atendiendo a la paz, ha remarcado que «no es la mera ausencia de la guerra ni se reduce sólo al establecimiento de un equilibrio de las fuerzas adversarias, ni surge de una dominación despótica», sino que es «la obra de la justicia». «Esta paz en la tierra no se puede lograr si no se asegura el bien de las personas y la comunicación espontánea entre los hombres de sus riquezas de orden intelectual y espiritual», ha subrayado.
El cardenal Rouco recuerda que la familia es «el primer ámbito educativo que se encarga de ofrecer a los hijos la configuración y el desarrollo de las primeras imágenes sobre el mundo que les rodea», pero añade que la tarea educativa «no se reduce sólo al ámbito familiar, puesto que a ella contribuyen también otros agentes educativos» y señala que la importancia de esta labor es lo que ha llevado a la Iglesia a estar presente, ya desde sus comienzos, en la escuela.
Finalmente, remarca que prestar atención al mundo juvenil, saber escucharlo y valorarlo, «no es sólo una oportunidad, sino un deber primario de toda la sociedad, para la construcción de un futuro de justicia y de paz». Por ello, asegura que «la Iglesia mira a los jóvenes con esperanza, confía en ellos y les anima a buscar la verdad, a defender el bien común, a tener una perspectiva abierta sobre el mundo y ojos capaces de ver cosas nuevas».
El próximo 10 de marzo tendrá lugar la Jornada diocesana de Enseñanza convocada por la Delegación Episcopal de Enseñanza, que será inaugurada a las 12,00 horas por el obispo auxiliar de Madrid monseñor Fidel Herráez. A continuación, el profesor titular de Filosofía del Derecho, Moral y Política en la Universidad de Valencia, Agustín Domingo Moratalla, disertará sobre ‘Educar en la justicia y la paz’.
La jornada concluirá con una eucaristía que estará presidida por el cardenal Rouco Varela y que se celebrará tras el concierto ‘Cantar para la Paz’, de Luis Guitarra.
(Rd/Ep)