Lo que experimento con Facebook es que puedo llegar a gente que habitualmente no suele venir a la iglesia, pero que tampoco es reacia ni está alejada
Un sacerdote malagueño aficionado a las nuevas tecnologías predica a través de Facebook y otras redes sociales, en las que cuelga mensajes pastorales, y se sirve de una tableta electrónica, un «iPad», para oficiar las misas y controlar el volumen de la música en la iglesia.
Andrés Pérez, de 39 años, y cura de la iglesia de El Salvador de Nerja, ha explicado este jueves a Efe que le gustan mucho las nuevas tecnologías y que hace un par de años descubrió las redes sociales, a las que se refiere como «herramientas de utilidad» que le permiten «un cierto tipo de comunicación que de otro modo, a lo mejor no podría tener».
Pérez, ordenado sacerdote en 2000, tiene cuenta en Facebook, Tuenti y Twitter, pero es la primera de estas redes, en la que supera los 380 amigos, la que más emplea, «casi exclusivamente, para introducir contenido religioso».
El párroco utiliza internet para predicar el Evangelio y son habituales sus notas con reflexiones sobre las lecturas que van a protagonizar la misa de ese día o con respuestas a cuestiones espirituales que le plantean sus feligreses virtuales.
«Lo que experimento con Facebook es que puedo llegar a gente que habitualmente no suele venir a la iglesia, pero que tampoco es reacia ni está alejada, por lo que puedo llevarle el Evangelio a esas personas que normalmente no lo escuchan y que les puede venir bien», ha afirmado.
Pérez ha defendido Facebook como «una herramienta útil para la función pastoral«, ya que su interactividad posibilita que «la gente conteste una determinada reflexión o que me digan que han leído un pasaje que les ha ayudado en sus vidas».
La pasión de este cura por la tecnología se refleja también en su tableta electrónica, de la que no se separa y que ha convertido en un instrumento para oficiar las misas, puesto que lee a través de ella los textos litúrgicos y controla la música durante la celebración.
«Algunos decían que el cura hacía magia porque tocaba algo y sonaba la música en el momento de la comunión», ha relatado Pérez, que reconoce la sorpresa inicial de sus feligreses ante sus gustos tecnológicos.
El sacerdote se compró en 2008 un teléfono inteligente, un «iPhone», convirtiéndose desde entonces en un «apasionado de la marca Apple», y con este dispositivo comprobó que podía tener acceso «a un montón de información» sin tener que llevar encima tantos libros.
Uno de estos libros es el «Misal romano«, con el que los curas celebran la eucaristía, aunque la pantalla del móvil no era lo suficientemente grande como para poder leer los textos durante la misa.
«Cuando descubrí el ‘iPad’ e investigué un poco cómo podía funcionar, decidí adquirir uno y me di cuenta de que tenía aplicaciones que me podían dar mucho juego, entre ellas, tener el ‘Misal romano’, por lo que me planteé oficiar la misa con este instrumento», ha indicado.
Su tableta constituye una auténtica biblioteca canónica, en la que guarda obras como el Catecismo de la Iglesia Católica, el Compendio de la doctrina social de la Iglesia, el Concilio Vaticano II, el Misal romano, así como encíclicas de Benedicto XVI y documentos de la Santa Sede y la Conferencia Episcopal Española.
«Es increíble que en 79 megas pueda tener tanta información que supondría libros y libros y ocuparía un gran espacio», sostiene este párroco, que llegó a Nerja en 2005, tras pasar por parroquias de Comares, Benamargosa, Salto del Negro, en el municipio de Cútar, y Triana, en el de Vélez-Málaga.
Por último, ha insistido en su apuesta por «estar al día» y conocer las nuevas tecnologías e internet, «porque ahí es donde está la gente y la Iglesia también debe estar, y de hecho, estamos«.
(Rd/Efe)