Inventemos una forma de competir que no sepulte a las personas y a los pueblos
(José Arregi, teólogo).- Vamos en una pobre barquita, pero es la barquita de todos -empresarios y asalariados y parados de toda la Tierra, y estos sauces y estos herrerillos felices que estrenan la primavera, ajenos a nuestra crisis; ajenos no, pues nada nos es ajeno-. Si no nos salvamos todos, todos nos perderemos. Y quien crea salir con vida mientras su hermano se muere, ya está muerto en su humanidad. Cuidemos entre todos nuestra pobre barquita a la deriva.
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