La figura del sacerdocio católico sale en los medios sólo para destacar los aspectos negativos que, en ocasiones, acaecen en vidas sacerdotales individuales
Más de un centenar de sacerdotes, llegados de los distintos puntos de la diócesis, concelebraron en la tarde de ayer la Misa Crismal en la Catedral y la primera cita de Semana Santa presidida por el obispo Ourense, Leonardo Lemos, quien, en una extensa homilía, invitó al clero diocesano a ser «testigo creíble del amor de Dios», también a «formarse y enriquecerse» a través del estudio y a «ponerse al día» y hacer un uso «correcto e inteligente de la nuevas tecnologías» como un vehículo para evangelizar a los fieles».Lo cuenta M.J.A. en el Faro de Vigo.
Leonardo Lemos propuso en concreto el uso de esos nuevos medios «telemáticos, para llegar a jóvenes dispersos e inmersos muchas veces en una realidad virtual o traicionera».
Leonardo Lemos Montanet, estrenaba así su primera homilía de Semana Santa, en una seo repleta con la presencia de sacerdotes, revestidos con sus túnicas blancas y de fieles, dispuestos a vivir en primera persona esta primera cita del programa sacro de la Semana Santa en Ourense.
Esta liturgia de la Misa Crismal que simboliza para la iglesia la renovación de votos del sacerdocio y la unión entre el obispo y sus presbíteros, incluyó como es habitual, la bendición de los Santos Óleos con los que se imparten luego los sacramentos en las distintas parroquias de la diócesis, del Bautismo a la Unción de enfermos.
Por este motivo, y al ser la renovación de votos del sacerdocio, el lema principal de a Misa Crismal, Leonardo Lemos dedicó la mayor parte de su homilía al clero, y confesó que arrancaba el acto con «emoción, porque llevo tan solo dos meses entre vosotros», señaló y también «con temor, porque estoy aprendiendo de todos a ejercer el ministerio pastoral«.
Por eso recordó con insistencia al clero allí congregado, que «el sacerdote debe ser consciente de que es signo de la presencia de Dios», y en esta línea les recordó por tanto que si actúan en el ejercicio de su ministerio como «un sacerdote funcionario, un manager de las cuestiones sociales, un pseudolíder político, un mediocre empresario no vivirán con pasión su ministerio sacerdotal y así no podrá convertir su vida en un reclamo para conquistar a otros para la causa».
La «mala prensa»
Finalmente el obispo se dirigió a la multitud de fieles allí congregados, para pedirle «que oréis por vuestros sacerdotes, para que el Señor derrame sobre ellos sus bendiciones, que sean fieles ministros de Cristo». Y es que ayer, día dedicado al sacerdocio no faltó un recordatorio a «la mala prensa» de algunos sacerdotes, por parte del obispo.
«En nuestra sociedad transida por las modas de un secularismo trasnochado, apoyado en viejas filosofías laicistas y excluyentes que cargan todo el entramado social de un relativismo decadente y destructor» señaló Leonardo Lemos Montanet, «los fieles laicos no podéis subiros a la dinámica de moda en nuestro país en donde, la mayor parte de las veces, la figura del sacerdocio católico sale en los medios sólo para destacar los aspectos negativos que, en ocasiones, acaecen en vidas sacerdotales individuales; estos hechos se magnifican y generalizan de tal modo que se elevan a conducta general, manchando la santidad, la coherencia de vida y el heroísmo anónimo de tantos sacerdotes, que se esfuerzan por ser fieles en lo cotidiano».
En esta línea de apoyo y oración por el sacerdocio, Leonardo Lemos remató su primera y extensa homilía de Semana Santa en esta diócesis de Ourense, en la que se estrenó también como obispo, se despidió de los fieles, pidiéndole también «que pidáis por mi, para que sea fiel a esta llamada que me ha hecho la iglesia, y pueda servir como como ella quiera, sin desfallecer ante las dificultades».