Ya en la "inglesia"se leyó entre todos la PASION.Los niños escucharon atentos y quietos su lectura
(Paco Pascual).- A las doce en punto se leyó la Sentencia a la puerta de la Escuela del Gallinero. Después, con un viento polar, comenzó la estación de penitencia en el Gallinero camino de la Iglesia de la Cañada. Al pasar junto a los restos de una de las chabolas demolidas el pasado marzo, (con nocturnidad, alevosía e infamia) Jesús cargó con la cruz y la dejó con un olivo sobre sus ruinas.
Stejar ayudado por algún Cirineo los dejó bien plantados. Todo un símbolo de lo que le espera este poblado si nuestras fuerzas no lo impiden.
Esperemos que la Cruz y el Olivo sean a la vez un «detente» para las máquinas y un «siste viator» para nosotros.
Apoyados por varrios de lo habitantes del poblado, rezamos el PADRE NUESTRO, en rumano. La cruz procesional, acompañada por las candelas que portaban unos niños siguió camino de la Cañada bajo unos cielos velazqueños.
La primera caída se leyó junto a los terrenos en los que se levantará la escuela infantil. Despues los niños, con sus capirotes (habian» hecho de mangas capirotes» riéndose del frío y del barro) nos acompañaron durante todo el recorrido, incluso leyeron alguna estación y se pelearon por llevar la cruz sin dejar de coger las almendras verdes que descubrían en los árboles.
Las fotos os lo cuentan mejor. Unas ultimas estaciones junto a la casa de Juliana, al lado de un puesto de venta droga, con hoguera de San Pedro incluída, y a en la Cruz pintada con traviesas de ferrocarril.
Ya en la «inglesia»se leyó entre todos la PASION.Los niños escucharon atentos y quietos su lectura. Despues, con un beso profundo de mayores y niños, se adoró la cruz. Para finalizar se escogió a 12 niños/as que llevaban el peor calzado ( roto, números grandes…) y se les tomó medida para unos zapatos nuevos. Al salir se obsequió a los niños con un Colacao y unas marquesinas de la v que habían dado para ellos los enfermeros del metabús. Que el Señor los tenga, con sus «pacientes» en su «PARAíSO».
Madalena, Roberto y Bily se encargaron de bajarlos al Gallinero.