Sólo desde la justicia con las víctimas hay posibilidad de auténtica humanización; sólo asumiendo esa causa se justifican las políticas
(Jesús Espeja).- El domingo de Pentecostés asistí a la fiesta de la HOAC en Vallecas; y en el bajo de la parroquia «San Pablo» donde hace ya muchos años conocí al párroco Enrique de Castro, incansable testigo de Jesucristo al lado de los excluidos. La reflexión giró en torno a los derechos sociales. Por su realismo y capacidad de análisis me impresionaron los testimonios de los participantes. Pero una sugerencia retuvo mi atención: en nuestra forma de vivir debemos ser solidarios con los demás; desde esa conducta podemos seguir luchando por los derechos sociales.
Para leer el artículo completo, pinche aquí