Fue el encargado en los últimos años del sistema informático de la diócesis asturiana
(E.V. en La Nueva España).- La Iglesia asturiana se reunió ayer para despedir a uno de sus miembros más queridos. El repentino fallecimiento del sacerdote Luis Manuel Álvarez Fernández, que murió el sábado de un infarto, congregó a más de medio centenar de religiosos en la iglesia de San Pablo, para rendir homenaje a su dilatada labor pastoral. El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ofició la ceremonia visiblemente emocionado por la defunción «del cura de las nuevas tecnologías», encargado en los últimos años del sistema informático de la diócesis asturiana.
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