No hay silencio, para escuchar una Palabra de vida, porque el hombre está ocupado en vivir una vida sin palabras
(José Alegre, abad de Poblet).- Y es en este sentido que también se habla hoy del delito del silencio. De un silencio que puede dar lugar a la injusticia, o de un silencio que no da lugar a una palabra contra la injusticia humana.
Para leer el artículo completo, pinche aquí