¡Pobre Iglesia madrileña que utiliza el látigo para echar del templo no a los mercaderes sino a los más pobres!
(José Manuel Vidal).- No se veía algo así desde los tiempos de Franco: un enorme despliegue policial para desalojar de la catedral de La Almudena («la casa de todos los madrileños», que suele decir el cardenal Rouco) a una veintena de deshauciados desesperados. Acompañados y arropados por el cura Eubilio Rodríguez (Billy), sacerdote de la Cañada Real, el mayor asentamiento chabolista de Madrid.
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