Así lo evidencian los testimonios de diáconos permanentes que son padres de familia, tienen una vida laboral intensa y a su vez deciden adoptar un compromiso eclesial más firme
(Catalunya Cristiana).- Compaginar família, trabajo y ministerio eclesial parece complicado, pero cuando la vocación de servicio guía toda la vida por amor a Dios, nada resulta imposible.
Así lo evidencian los testimonios de diáconos permanentes que son padres de familia, tienen una vida laboral intensa y a su vez deciden adoptar un compromiso eclesial más firme. En los últimos días han tenido lugar en Cataluña seis ordenaciones de diáconos en las diócesis de Barcelona, Girona y Terrassa.
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