Una especie de ofertorio laico. Porque las personas necesitamos símbolos y ritos, y los construimos, que por algo somos homo sapiens
(César L. Caro).- Las últimas bodas me han hecho caer en la cuenta de cómo la gente compone espontáneamente nuevas semánticas para expresar experiencias vitales clave, como el matrimonio o la muerte; símbolos y ritos que aparecen probablemente porque los elementos y gestos propiamente religiosos están desconectados del universo cultural de comprensión cotidiano, y reducidos a menudo a piezas de museo.
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