A sus 77 años no ha cambiado de ropas, de vida o de amigos con la llegada al poder y confiesa que espera concluir su mandato para descansar en su casa
(Isabel Gómez Acebo).- Como prometió antes de su elección, el presidente de Uruguay, José Mújica, está viviendo en su pequeña casa en Rincón del Cerro, situada en una zona de clase media en los alrededores de Montevideo. La morada no puede ser más modesta lo que le convierte en el presidente más pobre del mundo. A sus 77 años no ha cambiado de ropas, de vida o de amigos con la llegada al poder y confiesa que espera concluir su mandato para descansar en su casa. Algo semejante hizo su antecesor Tabaré Vazquez.
Su salario, por estar al frente del país, es de 12.500 dólares mensuales, pero dona el 90% con lo que vive con 1250 euros (para nosotros es un mileurista). Confiesa que esa cantidad le basta y le tiene que bastar, ya que muchos uruguayos viven con menos. Su esposa, la senadora Lucía Topolansky también dona la mayor parte de su salario. Además de su casa tiene como único patrimonio un viejo Volkswagen azul pálido, valorado en poco más de mil dólares. Utiliza como transporte oficial un Chevrolet Corsa.
Para leer el artículo completo, pincha aquí: