Hay protestas y vigilias en todo el país en apoyo a las religiosas
El mayor grupo de monjas estadounidenses comenzó el martes una reunión de cuatro días en St. Louis para evaluar una respuesta a la decisión del Vaticano de asignar un control efectivo del grupo a un trío de obispos por considerar que las religiosas se habían apartado de la doctrina de la Iglesia.
La Conferencia de Mujeres Religiosas está realizando su primera asamblea nacional desde que líderes de la Iglesia acusaron al grupo de enfocarse demasiado en temas de justicia social como la pobreza y no lo suficiente en oponerse al aborto, el matrimonio homosexual y la eutanasia.
La Congregación de la Doctrina de la Fe del Vaticano también criticó al grupo por permanecer callado mientras algunas monjas desafiaron públicamente a obispos estadounidenses en temas como doctrina de la Iglesia, incluyendo la ordenación de mujeres y políticas públicas.
El Vaticano ha puesto a la organización bajo control efectivo de tres obispos estadounidenses, que tienen el poder de reescribir sus estatutos, agendas de reuniones y textos litúrgicos. La decisión ha llevado a protestas y vigilias en todo el país en apoyo a las religiosas.
La organización representa al 80 por ciento de las 57.000 monjas católicas estadounidenses y cerca de 900 religiosas de 320 comunidades están registradas para asistir, según la presidenta de la conferencia, la hermana Pat Farrell.
Farrell dijo en una teleconferencia la semana pasada que la reunión incluirá «tiempo para rezar, para la reflexión comunal y una atenta consideración y, muy importante, tiempo para escucharnos». Agregó que la organización encuentra «absolutamente crítico» saber qué están pensando sus miembros.
«Una de nuestras preocupaciones es que el cuestionamiento sea visto como un desafío», sostuvo.
Es posible que no se alcance una decisión al final de la asamblea, pero las sesiones privadas darán a sus líderes una sensación sobre la «inclinación» del grupo, dijo Farrell.
A principios de junio, el organismo emitió un comunicado calificando el rechazo del Vaticano de «no fundamentado» y «el resultado de un proceso inconsistente que careció de transparencia«.
Algunas monjas han sugerido que el organismo, que fue fundado en 1956 a pedido del Vaticano, disuelva sus lazos oficiales con la Iglesia y se convierta en un grupo independiente sin fines de lucro. Otras han dicho que lo mejor sería esperar a que el escrutinio del Vaticano se diluya. (RD/Agencias)