Un buen jardinero te hubiera podado las ramas secas y contaminadas, te hubiera regado y te hubiera quitado las flores marchitas
(Jairo del Agua).- Me asomé a la ventana y sorprendí este extraño diálogo entre un geranio y el sol. Como soy muy cotilla os lo chismorreo:
– ¿Por qué me insistes tanto geranio? ¿Acaso te he fallado alguna vez?
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