La Iglesia en su conjunto, y sus pastores en ella, como Cristo han de ponerse en camino para llevar a los hombres fuera del desierto
(Cardenal Sistach).- Comienza este domingo en Roma el Sínodo de los Obispos sobre un tema de mucha actualidad para toda la Iglesia actual: la nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana.
Una cuestión muy viva en nuestra archidiócesis de Barcelona, que el curso pasado vivió dos iniciativas destinadas a hacer más viva entre nosotros la proclamación del Evangelio de Jesús: la Misión Metrópolis y el Atrio de los Gentiles. Por deseo del Santo Padre, participo en este Sínodo que se prolongará hasta el 28 de octubre, días en que, por este motivo, tendré que estar en Roma.
También esta misma semana, el próximo jueves día 11, comenzará el Año de la Fe, convocado por el Santo Padre Benedicto XVI, que, desde el comienzo de su ministerio como sucesor de San Pedro, ha recordado la exigencia de redescubrir el camino de la fe para iluminar de manera cada vez más clara la alegría y el entusiasmo del encuentro con Cristo. En efecto, en la homilía de la santa misa del inicio de su pontificado dijo estas palabras que considero que son muy oportunas en este comienzo del Año de la Fe: «La Iglesia en su conjunto, y sus pastores en ella, como Cristo han de ponerse en camino para llevar a los hombres fuera del desierto, hacia el lugar de la vida, hacia la amistad con el Hijo de Dios, hacia Aquél que nos da la vida, la vida en plenitud». Este es, pues, el objetivo del Año de la Fe, que también hemos preparado cuidadosamente en la archidiócesis de Barcelona.
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