En marzo de 1972 reuní los artículos y arriesgué su publicación en forma de libro. Tuve que esconderme durante dos semanas, pues la policía política me buscaba
(Leonardo Boff, en Reflexión y Liberación).- Entre los días 7 y 10 de octubre se está realizando en São Leopoldo en el Instituto Humanitas de la Unisinos (universidad jesuita en Rio Grande do Sul), la celebración de los 40 años del surgimiento de la Teología de la Liberación.
Allá se encuentran los principales representantes Latinoamericanos de esta teología, destacando, su primer formulador, el peruano Gustavo Gutiérrez. Curiosamente durante el mismo año 1971, sin que uno supiese de los otros, tanto Gutiérrez (Perú), como Hugo Assman (Bolivia), Juan Luis Segundo (Uruguay) y yo (Brasil), lanzábamos nuestros escritos, tenidos como fundadores de este tipo de teología. ¿No sería la irrupción del Espíritu que soplaba en nuestro Continente signado por tantas opresiones?
Yo, para burlar los órganos de control y represión de los militares, publicaba cada mes del año 1971 un artículo en una revista para religiosas ‘Sponsa Christi’ (Esposa de Cristo) con el título: Jesucristo Liberador.
En marzo de 1972 reuní los artículos y arriesgué su publicación en forma de libro. Tuve que esconderme durante dos semanas, pues la policía política me buscaba. Las palabras «liberación» y «libertador» habían sido desterradas del lenguaje colectivo y no podían usarse públicamente. Costó mucho trabajo al abogado de la Editora Vozes, quien fuera soldado de las fuerzas brasileñas que combatieron en Italia al nazi-fascismo, poder convencer a los agentes represivos del régimen, que mi obra, era un libro de teología, con muchos rodapiés y citas de autores alemanes, que no amenazaba al Estado de Seguridad Nacional.
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