Bastaría un solo hombre que haya creído de verdad en Dios, para que la cuestión de la fe permanezca íntegra
(José Alegre).- No hay que dar por hecho que la fe es cosa del pasado. Aunque hoy parece más rentable, o más moderno, moverse a un nivel de superficie, no entrar en esta cuestión. ¿Acaso en esta sociedad del «bienestar» se entra en cuestiones serias, en preguntas profundas?
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