Aunque el Gobierno ha hecho grandes esfuerzos por fortalecer el sistema sanitario, la atención es todavía muy deficitaria en algunos lugares
(Manos Unidas).- 1,1 millones de bebés nacidos prematuramente mueren cada año, pero con tratamientos económicos, un 75% podría sobrevivir. Ecuador es uno de los países con tasas más bajas de nacimientos prematuros: 5,1 niños por cada 1.000 nacidos. Este dato estremecedor ha hecho que en octubre nos acerquemos con la campaña «La salud, derecho de todo: ¡Actúa!», a Quito, la capital de Ecuador, concretamente a su Distrito Sur, donde vivir es en muchas ocasiones un desafío que empieza demasiado pronto.
En este lugar en el que la población depende, en gran medida del apoyo de instituciones y donantes particulares se alza el «Hospital Padre Carollo. Un canto a la vida» donde se atiende a niños prematuros, nacidos tanto en ese centro hospitalario como en otras instituciones sanitarias de Quito.
Porque en Ecuador, aunque el Gobierno ha hecho grandes esfuerzos por fortalecer el sistema sanitario, la atención es todavía muy deficitaria en algunos lugares y casi nula en otros como el Distrito Sur de Quito donde la población, en su mayoría migrantes internos empleados en trabajos precarios, depende, en gran medida, del apoyo de instituciones y donantes particulares.
En este contexto trabaja desde el año 1971 la Fundación Tierra Nueva, que dirige con éxito el funcionamiento del Instituto Médico «Tierra Nueva» en el Sur de Quito y, más recientemente, el Hospital «Padre Carollo. Un canto a la vida», que recibió hace ya dos años apoyo de Manos Unidas, conjuntamente con la Fundación Reina Sofía, para poner en marcha el Servicio de Neonatología del Hospital. Ver noticia.
En este tiempo el hospital se ha visto obligado a ampliar de manera urgente el Servicio de Neonatología, con el fin de incrementar la capacidad de la atención tanto a los neonatos nacidos en el hospital como a los llamados «extramurales», bebés en estado crítico y con necesidad de un apoyo de terapia intensiva, derivados de otras zonas sanitarias que no disponen de servicios especializados.
Manos Unidas ha atendido la llamada de la Fundación Tierra Nueva para hacer frente al nuevo reto. «Tierra Nueva» es un referente de servicio social en el sur del Distrito Metropolitano de Quito. Nació en los años 70 junto con el movimiento eclesial de base de familias de reciente asentamiento en las áreas, bajo el liderazgo del P. José Carollo, quien tenía una clara opción por la ayuda y desarrollo integral de los sectores más pobres y vulnerables. Desde sus orígenes llevan interviniendo con la participación directa de los beneficiarios en tres ejes: educación, protección social y salud.