Que nuestra fe sea como la de Bartimeo, o como el minero ingenioso del reloj
(Hermann Rodríguez).- Cuando creemos y confiamos en que se puede seguir adelante, nuestras posibilidades de avanzar se multiplican. No es que la actitud positiva por sí misma sea capaz de conjurar la fatalidad o de evitar las tragedias pero, ciertamente, las posibilidades de encontrar una salida dentro de lo humanamente posible crece considerablemente.
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