Sistach ha querido destacar la labor que lleva a cabo la familia salesiana al servicio de los niños y jóvenes en los barrios obreros
(Salesianos/RD).- Después de seis meses de peregrinación por toda España, la urna con las reliquias de San Juan Bosco se despidieron de nuestro país, con una multitudinaria Eucaristía que tuvo lugar en el templo barcelonés del Tibidabo. Desde comienzos de mayo, las reliquias del fundador de los salesianos han recorrido toda España, y ahora se dirigen a Francia, donde continuarán su periplo.
Se pone así punto final a un recorrido, por las presencias salesianas de España, que comenzó el 1 de mayo en Bilbao. Se da la circunstancia que la reliquia será despedida en Martí Codolar, la casa que visitó el santo en vida, en 1886.
La llegada de la reliquia ha sido, en todas partes, un verdadero acontecimiento que se ha preparado con estilo salesiano, mezclando el tono festivo y los momentos de reflexión, la celebración de la eucaristía, vigilias con los jóvenes, educadores y miembros de la familia salesiana.
Como se señalaba en la revista Misión Joven, esta peregrinación ha supuesto, también para los salesianos y agentes de pastoral, una ocasión para «reflexionar una vez más sobre los jóvenes y, en particular, sobre la pastoral juvenil«, y «proponer, suscitar y acompañar la experiencia de la fe a aquellos jóvenes que se hagan presentes» alrededor de la reliquia de Don Bosco.
A través de los momentos de oración, -los «Buenos días» o «buenas noches», de la tradición salesiana-, celebraciones, concursos, conferencias, actividades culturales y festivas, se ha invitado, a quienes se acercaban a venerar la reliquia, a fijarse en Don Bosco como modelo de vida cristiana, modelo de educador, hombre de fe que puede ser modelo en el seguimiento de Jesucristo.
Han sido días de alegría alrededor de un Santo que propone la santidad a todos, especialmente a los jóvenes, como algo sencillo que se puede conseguir en la vida de cada día. La visita de la reliquia ha sido un momento fuerte, significativo, en el trabajo que se realiza en las obras salesianas para la educación y evangelización de los jóvenes.
Un acontecimiento para expresar, como familia salesiana, el agradecimiento al Señor por el regalo de San Juan Bosco a su Iglesia. Una iniciativa para afianzar el compromiso de toda la familia salesiana y continuar la misión iniciada por él, de ser signos y portadores del amor de Dios a los jóvenes.
Este domingo 11, en Barcelona, se han celebrado los últimos actos de la visita de la reliquia de Don Bosco. El templo Sagrado Corazón del Tibidabo ha sido la penúltima parada de la reliquia de San Juan Bosco en la Inspectoría de Barcelona, última etapa de su recorrido por las inspectorías salesianas de España, antes de continuar su peregrinaje hacia Francia y el resto de Europa.
El Tibidabo ha acogido a Don Bosco con un pleno extraordinario, a pesar de la lluvia intensa que ha caído toda la mañana. Ha sido un momento para darle las gracias por dedicar su vida a los jóvenes más desfavorecidos. En los actos de despedida han participado el Consejero Regional salesiano para Europa Oeste, José Miguel Núñez, y los seis provinciales de la España salesiana.
La eucaristía estuvo presidida por el Cardenal y arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, quien ha querido destacar la labor que lleva a cabo la familia salesiana al servicio de los niños y jóvenes en los barrios obreros, brindándoles siempre acogida y abriéndoles las puertas a la educación.
Una vez finalizada la misa, la reliquia se ha desplazado a la casa salesiana de Martí-Codolar, donde más de doscientos jóvenes realizaban una jornada de formación sobre la figura de Don Bosco a partir de las reflexiones de la Carta de Roma de mayo de 1884.
El acto de despedida de Don Bosco se ha desarrollado frente a la entrada principal de la casa de Martí-Codolar, con unos momentos de oración y reflexión. El silencio sólo se ha visto roto al final por un gran número de jóvenes que vitoreaba su nombre: ¡Viva Don Bosco!