La medida se tomaría en el horario de mediodía, como sucede en la catedral y Santa María del Pi
El Arzobispado de Barcelona estudia que las iglesias históricas de la ciudad cobren entrada en aquellas horas de mediodía que están habitualmente cerradas -entre las 13 y las 15 horas- para contribuir a su mantenimiento, al igual que se hace en la Catedral y en la parroquia de Santa Maria del Pi.
Así lo ha expuesto hoy el delegado de Economía del Arzobispado de Barcelona, Antoni Matabosch, en rueda de prensa en la ciudad condal, en la que ha dado cuenta de los ingresos y gastos del Arzobispado del pasado 2011.
Según estos datos, el año pasado se obtuvieron unos ingresos totales de 15,6 millones de euros, de los que 2,7 millones correspondieron a las cuotas procedentes de las parroquias y 439.000 euros a la colecta de Germanor que se realiza cada año, y que este 2012 se hará el próximo domingo, día 18.
Matabosch ha considerado que «sería muy conveniente» que las iglesias históricas de la ciudad de Barcelona abrieran sus puertas en horas que actualmente están cerradas al público y en las que se podría cobrar una pequeña entrada para su mantenimiento y «sin pretender obtener rentabilidad» económica de las mismas.
Ha puesto como ejemplo la iglesia de Santa Maria del Pi, situada en el barrio gótico de Barcelona, que ha creado un pequeño museo y cobra una entrada de tres euros para subir a sus torres y a la cubierta, recientemente restauradas.
No obstante, para extender este ejemplo y el de la Catedral barcelonesa, visitada por numerosos turistas, han de estar de acuerdo los consejos pastorales y los rectores de las parroquias, con los que el arzobispado se ha puesto en contacto para conocer su opinión.
Ésta sería una forma alternativa de conseguir aportaciones para las parroquias, aparte de las que realizan directamente los fieles y que en el último año han bajado ligeramente en las de Barcelona, indican los datos económicos facilitados hoy, y según ha reconocido el propio Matabosch.
Si las cuotas fijas de las parroquias ascendieron a 2,73 millones de euros en 2010, el pasado año fueron de 2,71, un descenso que se repite en la recolecta de la jornada de Germanor: 453.000 euros hace dos años y 439.864 en 2011, según los datos del Arzobispado.
«No sabemos lo que durará la crisis«, ha apuntado el delegado de Economía del Arzobispado, por lo que el cobro de entrada podría ser una alternativa de ingresos económicos y más teniendo en cuenta que, desde las parroquias se ayudó el pasado año a 195.723 personas con alimentos y ropa, el doble que hace dos años.
Otra forma en la que el Arzobispado consigue ingresos propios son los 60 inmuebles -pisos, casas y locales- que tiene en propiedad, muchos de los cuales están alquilados, tres o cuatro vacíos o en rehabilitación, y otros cedidos a Cáritas y a fundaciones diversas, para ayudar a los necesitados.
El pasado 2011, el Arzobispado de Barcelona consiguió 15,6 millones de euros de ingresos y tuvo gastos por valor de 15,1 millones, con lo que el resultado final fue positivo, con 15.243 euros, un equilibrio que se prevé repetir este año 2012 y que ya se consiguió en 2010, con 38.161 euros positivos.
La aportación de la Conferencia Episcopal Española al Arzobispado barcelonés ascendió el pasado año de 5,7 millones de euros, unos 300.000 euros más que el año anterior, por una aportación extra a la diócesis para obras de rehabilitación, ha explicado Matabosch.
Otro de los capítulos que se incrementan en el apartado de ingresos han sido los donativos y legados, que en 2011 supusieron para el Arzobispado 2,18 millones de euros frente a los 1,95 millones de 2010, gracias a anónimos y algunas empresas y entidades financieras, ha indicado el responsable de Economía.
Antoni Matabosch ha resaltado el hecho de que los sacerdotes de la archidiócesis de Barcelona han visto congelado su sueldo de 923 euros en 2011 y este año.
(Rd/Agencias)