Llamar a la Iglesia “Pueblo de Dios” consiguió que le caducara el código de barras al anterior “modelo piramidal”
(Dolores Aleixandre, RyF).- Cuando empezó el Concilio yo llevaba una cofia almidonada de campesina borgoñona del s. XVIII que sobresalía por los lados y sólo me permitía mirar de frente. Al acabar el Concilio, la habíamos cambiado por otra que se ajustaba a la cabeza y hacía ya posible una mirada panorámica: todo un símbolo de la ampliación de visión y ensanchamiento de horizontes que se vivía a nivel eclesial.
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