Como explicó Julio Martínez, la Pontificia de Comillas puede presumir y presume de contar con una Faculta de Teología "en muy bien estado de forma"
(José Manuel Vidal).- Presentación de las «Obras completas» de Joseph Ratzinger (BAC) en el marco académico de la Universidad Pontificia de Comillas. En un claro «signo de la identidad y misión» del centro de la Compañía con el Papa, como dijo el rector, Julio Martínez. Y con dos insignes teólogos presentadores: el jesuita Santiago Madrigal, experto en Eclesiología, y monseñor González Montes, uno de los pocos prelados españoles que puede presumir de ser teólogo de profesión, como el Papa.
Y es que el actual obispo de Almería se codeó en la célebre Universidad de Tubinga con lo más granado de la teología alemana. Desde Hans Küng, a Kasper, pasando por Käseman o Moltman. Y por poco no coincidió con Ratzinger, que se había trasladado a Ratisbona un par de años antes. Pero allí seguía su huella y su rastro.
González-Montes recordaba que «en Tubinga, Ratzinger sufrió a causa de la revolución estudiantil de aquellos años, pero no fue el único. Algo parecido le pasó a Horkheimer, por ejemplo». Y, a pesar de eso, Ratzinger «aguantó tres años».
El recorrido vital del profesor Ratzinger le valió al prelado almeriense para hacer ver que, desde el principio, puso un énfasis especial en «el conocimiento de los Padres y de los teólogos medievales», asi como «la historia, como clave determinante de la comprensión del misterios de Dios».
Y de profesor a Prefecto de Doctrina de la Fe, donde tuvo que conjugar su ser de teólogo con el de custodio de la doctrina. Siempre, según González Montes, guiado por una preocupación: «La relación entre la fidelidad al Magisterio y a la necesaria renovación de la Teología». Desde ahí tuvo que juzgar a la «teología del disentimiento eclesial» y a la Teología de la Liberación.
Desde esa perspectiva y, siempre con una gran humildad, el entonces cardenal Ratzinger quiso dejar siempre muy claro, según González Montes, que «no hay una Iglesia oficial y otra popular; no hay una Iglesia jerárquica y otra del pueblo».
Tras recorrer, a través de sus obras, la liturgia, como otra de las grandes preocupaciones de Ratzinger, el prelado andaluz concluyó asegurando que «Benedicto XVI es ya un gran pontífice romano, cuya figura se agranda a medida que avanza su pontificado».
Tan grande como algunos de sus predecesores en la silla de Pedro, como León, Gregorio Magno o Benedicto XIV. «Un Papa en el que la fe y la razón se unen, mostrando su enorme fecundidad pastoral».
Santiago Madrigal
El eclesiólogo de la Universidad Pontificia de Comillas definió, de entrada, al Papa como «un apasionado de la Teología», especialmente de la Escatología y de la Eclesiología. Y, a continuación, centro su intervención en «la eclesiología teológica» de Ratzinger, a través de sus apuntes y, sobre todo, de su «Nota sobre la Iglesia del mañana».
A su juicio, se trata, sobre todo de una «eclesiología eucarística y de comunión, en la que le ha dado siempre mucha importancia a la liturgia», porque, según Ratzinger, «la Iglesia subsiste en la liturgia y con la liturgia». De hecho, para el profesor de Comillas, «la liturgia ocupa, en la biografía de Benedicto XVI, el lugar señero que lo explica todo».
Por su parte, el editor de Las Obras completas del Papa, Carlos Granados, explicó la compleja aventura de la edición de las obras completas del Papa, que acaba de comenzar y que puede durar entre 6 y 8 años, hasta que concluya, con sus 18 volúmenes completos.
Argumentó, asimismo, el por qué se publica en primer lugar el tomo número 11. «Fue el propio Papa el que quiso que comenzásemos por el tomo 11, la liturgia», porque, para él, «primero, Dios, el primado de Dios, el primado de la adoración».
Según Carlos Granados, con la edición de las Obras completas del Papa en castellano vamos a «ganar en cantidad, en calidad y en organicidad». Tras lo cual, agradeció la colaboración y el mecenazgo de la CEE en esta empresa.
El broche del Rector, Julio Martínez
El rector de la Universidad Pontificia de Comillas comenzó señalando que es «parte esencial de nuestra identidad y misión seguir con aprecio el magisterio de Benedicto XVI». Y de hecho, «su impresionante producción teológica es estudiada aquí con primor, cariño y exhaustividad».
Porque, como explicó Julio Martínez, la Pontificia de Comillas puede presumir y presume de contar con una Faculta de Teología «en muy bien estado de forma, con alumnos y profesores que publican y crean pensamiento, porque están en el mismo corazón de la Iglesia, para, desde ahí, poder ser libres y abrirse a las fronteras del diálogo con la razón».
Una tarea, en la que, según Julio Martínez, «nos confirma el Papa», porque su obra es «un ejemplo meridiano de dialogo entre la fe y la razón» y su contribución es «esencial, para que la verdad sectaria se abra al encuentro de la Verdad».