Esteban Escudero, se refirió a Ángel Sancho como «gran hombre y buen cristiano»
Ángel Sancho descubrió ayer en el Museo Diocesano, del que es fundador, una placa en «agradecido reconocimiento a sus desvelos y trabajos por el patrimonio cultural religioso de la Iglesia palentina». Lo hizo en el marco del sencillo y merecido homenaje que le rindió la Diócesis.Lo cuenta Diario Palentino.
Intervino en primer lugar su sucesor en el cargo de delegado diocesano de Patrimonio, José Luis Calvo, quien espera «contribuir a que su obra continúe, y todo sea para honra y gloria de Dios, amor a la Iglesia, y que la fe que profesamos sea bien amasada con esta belleza temporal que siempre nos traslada a la Belleza eterna que es Dios».
Tras recorrer la biografía del homenajeado, sus cargos, premios y publicaciones -Cultura y Evangelización es la última-, señaló que era de justicia recordar también en este acto a Anastasio Granados, obispo de Palencia desde 1970 hasta 1978, «porque sin él, sin su interés, esta obra de Ángel Sancho no hubiera sido posible».
Dijo de Granados que fue un gran impulsor de la recuperación artística, además de sensible a las demandas de Ángel Sancho, que «viendo como nuestro rico patrimonio se deterioraba, corría peligro de robos y expolios, y se encontraba en unas pésimas condiciones, impulsó la creación del Museo Diocesano, el primer inventario después del Concilio Vaticano II, las publicaciones de Sancho y las exposiciones temporales que daban a conocer el arte y su importancia como vía y ayuda de la vida cristiana, de la evangelización y su contribución a la cultura de la ciudad, la Diócesis y las provincia».
Por todo ello, «gracias Don Ángel, gracias Don Anastasio. Las personas pasamos pero las obras permanecen y esta es su obra, la de un sacerdote entregado a la Iglesia, a su Diócesis y a todos los palentinos».
Ángel Sancho, cuyas primeras palabras fueron en latín, que después tradujo (Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable el darte gracias en todo tiempo y en todo lugar, Señor Santo, Padre Omnipotente, Dios Eterno) recordó que en la sala escenario del acto nació este «esplendoroso Museo, ahora uno de los mejores en su categoría, en aquel día pequeño como toda criatura al nacer».
Hizo también, «con humildad y sencillez», una confidencia. Después de una reflexión «seria y sosegada» pidió al obispo dejar todos sus cargos de la curia y dedicarse, sino en exclusiva sí preferentemente, a evangelizar con y desde el patrimonio cultural. Nace así la Delegación Diocesana de Patrimonio. Explicó que lo primero que había que hacer era «dar concepto al sueño y concreción al concepto».
En la puesta en marcha del Museo se refirió a los equipos volante, de transporte, de técnicos, de consultores-colaboradores. Comentó que lo mismo que hizo aquí lo trasladó a la esfera nacional y habló de sus responsabilidades en el Secretariado de la Comisión para el Patrimonio de la Conferencia Episcopal y a su servicio a la Santa Sede.
El obispo de la Diócesis, Esteban Escudero, se refirió a Ángel Sancho como «gran hombre y buen cristiano» y aprovechó para pedir a los representantes de las distintas Administraciones que se fomente el Museo Diocesano.