Por aquí hay más normas que esperanza, y más doctrina y teología que experiencia y espiritualidad comprometida
(Ángel Aguado, párroco de Villamuriel de Cerrato).- Querido Nicolás: He recibido tu libro y me lo estoy leyendo y reflexionando. Y quiero agradecerte todo lo que ahí nos compartes…porque es frescura, es aliento, es espiritualidad y es compromiso real con la situación histórica nueva en la que vivimos y, sobre todo, con los pobres y excluidos que aumentan en todo el planeta.
Menos mal que desde la periferia de la historia nos traéis algo de aire para respirar y asentarnos en la verdadera fuerza que puede tener Jesús y la Iglesia cuando realmente se centran en lo que hay que estar.
Por aquí tengo la sensación de que mucha gente ( y me refiero a curas de los nuestros y laicos) han tirado la toalla cansados de echar esfuerzos en tontadas que nunca deberían de ser primarias en la misión. La gente opta por retirarse y, a lo más, hacer de vez en cuando una reunión para quedarnos en paz con la conciencia. Pero lo que era una primavera…va pareciéndose cada vez más a un erial…
Así que gracias por el libro y, sobre todo, por la valentía de anunciar que es posible otro mundo y otra iglesia…volviendo a lo esencial y pisando firme en la tierra que nos toca vivir.
Yo estoy contento y el trabajo que hago quiere estar en esa línea. Ahora sensibilizando ente la situación que tenemos y convirtiendo la navidad en una llamada a ser más austeros y solidarios, huyendo de posturas egoncéntricas.
Tenemos cada vez más problemas entre los españoles: paro, desahucios, inmigrantes… y ahí procuramos estar. Es el terreno mejor para poder reconocer a ese Dios del que tanto hablamos estos días.
Así que gracias Nicolás. Haces un favor a mucha gente con ese libro, porque aquí nuestros obispos los mensajes que lanzan, salvo rarísimas excepciones, no aportan esperanza…ni mucho menos…llevan en verdad al encuentro con Dios.
Hay más normas que esperanza, y más doctrina y teología que experiencia y espiritualidad comprometida.
Aprovecho para FELICITARTE LA NAVIDAD. Nosotros nos encontraremos en San Cebrián los hermanos, ya sin Jesús ni la Calixta. Será duro pero esperanzador…porque así nos enseñaron ellos.
Un abrazo. Ángel