La BAC sigue siendo una editorial de gran peso, no sólo por su difusión de libros, sino por lo que espera la gente de ella
(Jesús Bastante).- Carlos Granados es el director de la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), que acaba de publicar el primer tomo de la colección traducida al castellano de las obras completas de Joseph Ratzinger. Granados fue el encargado de entregar en persona el primer ejemplar de la serie al propio Benedicto XVI, y confiesa que todo el equipo ha sentido el respeto y la responsabilidad de editar los escritos del Pontífice: «Traducir al Papa da un cierto temor reverencial», afirma.
¿Es la BAC una editorial histórica?
Sí, venimos publicando libros desde 1944.
¿Cómo surgió?
El impulso inspirador fue del cardenal Herrera Oria, que fue el que aconsejó a dos propagandistas que empezaran una obra que en principio se dirigió más a dar cultura al clero. Con el tiempo se amplió no sólo al clero, porque había también necesidad de dar cultura a los laicos. Se deseaba transmitir cultura católica de grandes autores. El primer proyecto fue la publicación de 100 volúmenes, los grandes clásicos en traducciones. Poco a poco se fue ampliando la idea, y se unió con lo que entonces era la Editorial Católica (EDICA).
Realmente la historia de la BAC es impresionante. A finales de los años 60, cuando dejó la dirección Máximo Cuervo, ya se habían publicado 7 millones de ejemplares, que para entonces era mucho decir. Hubo una difusión muy grande: en poco tiempo ya estaba en 42 países, y era muy valorada en España. De hecho, tiene varios premios de reconocimiento a lo largo de estos años.
¿Cómo afrontaste la propuesta de ser responsable de la BAC?
La verdad es que para mí fue una sorpresa pasar a ser director de la BAC, a petición del secretario Martínez Camino a mi superior general (porque yo soy religioso).
¿A qué congregación perteneces?
A los Discípulos de los Corazones de Jesús y de María, un pequeño grupo religioso que estamos aquí en Madrid pero dependemos de la diócesis de Cuenca.
Y bueno, de ahí vino la petición, que acogimos como un servicio a la Iglesia. Yo creo que tuvo que ver alguna publicación que tenía yo en la BAC, y que estuve trabajando también en una colección editorial con Monte Carmelo, por lo cual tenía una cierta cercanía con el mundo editorial. Éste fue el origen de la cuestión, y la verdad que es una gran responsabilidad, porque la BAC sigue siendo una editorial de gran peso, no sólo por su difusión de libros, sino por lo que espera la gente de la BAC. Hay una gran exigencia que implica una gran responsabilidad sobre lo que se publica en la BAC. Eso supone mucho trabajo, y más en estos momentos que son difíciles para el libro, como sabemos todos.
Hace poco te veíamos junto al cardenal Rouco y a Benedicto XVI, al que le hacías entrega del primer tomo de las obras completas de Joseph Ratzinger en castellano. ¿Ha sido una tarea complicada?
Sí, ha sido una empresa editorial de grandísima magnitud, pero la afrontamos con el patrocinio de la Conferencia Episcopal (porque si no sería imposible). Son 18 volúmenes de unas 700 u 800 páginas cada uno en la edición alemana. Es decir, que es una empresa editorial inmensa, porque Ratzinger ha escrito mucho y hay que cuidar las traducciones, perfeccionar lo ya traducido y mejorarlo.
¿Empezáis por la liturgia por expreso deseo de Su Santidad?
Sí. El primer volumen es el tema de San Agustín, que fue su tesis doctoral. El segundo es sobre San Bonaventura, que fue su tesis de habilitación. Era un orden cronológico, pero efectivamente el Papa quiso primero el volumen 11, y lo explicó de un modo precioso, diciendo que el primado de la liturgia es sólo Dios. La primacía de la adoración, de la presencia de Dios. Dijo que en la Teología lo primero es la vida de la teología, es decir, la liturgia.
¿Qué plan de publicaciones tenéis?
De momento ha salido el 11, el siguiente probablemente sea el número 2 (que en la edición alemana también fue el segundo en publicarse), y luego saldrán el 12 y el 8 sobre temas de sacerdocio. Queremos sacar 3 cada año, así que si Dios quiere y nos da fuerza, el próximo sería el número 7, sobre el Concilio Vaticano II.
¿La serie concluiría, entonces, en torno a 2017?
Sí, es un proyecto a largo plazo.
¿Qué potenciales lectores puede tener el primer libro de la serie?
Bibliotecas y facultades de teología lo tienen que tener, porque es una obra de referencia para la formación de sacerdotes, pero a parte de para los religiosos, creo que es un libro accesible a una persona con una cierta formación religiosa. Es verdad que el Papa es un teólogo y que tiene algunos escritos difíciles, pero si algo le caracteriza es la claridad. El Papa hace accesible lo que a veces es difícil de explicar. En este libro se ve, por ejemplo, en los capítulos en los que habla de la música sagrada, de la eucaristía… Así que yo espero que el público sea numeroso.
De momento hemos agotado la primera edición, pero hay que decir que era una edición corta. Ahora estamos vendiendo la segunda.
¿Cuál es la diferencia entre la traducción que habéis hecho vosotros y las de otras ediciones?
La Introducción al Cristianismo se tradujo rapidísimo aquí en España. Al Papa lo han traducido prácticamente desde que empezó a publicar, y es un mérito de muchas editoriales que han trabajado muchos años traduciendo a Ratzinger. Pero por una cuestión de medios y de economía, no siempre las traducciones son buenas. Esto es clarísimo, y cualquiera que conozca un poco la obra de Ratzinger se da cuenta de que son cosas que afectan muchas veces al contenido. No es una cuestión de detalle, de que falte estilo. Son cuestiones importantes. Por eso para nosotros era decisivo mejorar la traducción, y lo hemos conseguido seleccionando bien los traductores, estableciendo un equipo o una comisión que revisa las traducciones, y luego con la labor de los propios editores, que nos comprometemos a dar una unidad final a todo el trabajo de revisión.
Con esas cribas se pretende que la traducción sea lo más perfecta posible, aunque eso no quita la pluralidad de traducciones y que estamos asumiendo algunas traducciones ya hechas, aunque con un trabajo serio de revisión.
¿Hay un equipo amplio, por tanto, trabajando en este proyecto?
Traductores muchos, sí. La comisión científica de revisión de los textos es más reducida. Son 4 teólogos: Olegario González de Cardenal, Pablo Blanco, Manuel Aróztegui y Gabino Uribarri. Hemos querido cogerles de distintos ámbitos universitarios, para que fuera un proyecto de la Iglesia de España que viniera a través de personas de reconocido prestigio de diversas universidades. El equipo de traductores también es amplio, lógicamente.
¿Da cierto temor traducir al Papa, aunque casi todas sus obras fueran escritas cuando no era pontífice?
Sí, ésa es la experiencia que estoy teniendo con muchos traductores. Cuando se les propone esto, lo ven normalmente como un privilegio especial, y participan con gusto, no como en un trabajo más. Pero, efectivamente, sí que da un cierto «temor reverencial», o un cierto respeto y una cierta responsabilidad traducir al Papa.
¿Qué os dijo en la audiencia en la que le entregasteis el primer tomo de la colección?
En primer lugar, me dio mucha satisfacción que el Papa conociera la BAC, porque cuando el cardenal le entregó el tomo, se sorprendió de que fuera de la BAC. Conocía la editorial, y la obra que han creado los que, detrás de mí, han hecho un trabajo que el Papa conoce y aprecia. Yo llevaba un discursito preparado, unas palabras, pero tengo que decir que me quedé bastante cortado.
¿Impone estar delante del Papa?
Sí, uno se pone nervioso.
¿Qué otros proyectos tiene la BAC?
Lo que corresponde a las publicaciones litúrgicas es otro sello editorial de la BAC, que se llama «Libros Litúrgicos», y que se lleva desde otro departamento. Ahora, en publicaciones bíblicas sí que tenemos varios proyectos. Estamos trabajando con dos editoriales de libros religiosos en una Biblia escolar, y en una Biblia juvenil didáctica con Verbo Divino. Y luego, estamos preparando una colección de comentarios a la Biblia de la Conferencia, que llevarán su tiempo pero ya están en marcha. Son proyectos que llevamos con ilusión.
Eso respecto a lo bíblico, y por otra parte, estamos preparando una edición de San Cipriano que saldrá en 2013, y sobre los escritos selectos de San Gregorio de Niza.
Algunos titulares
La BAC publica libros desde 1944
El impulso e inspirador de la BAC fue del cardenal Herrera Oria
La BAC sigue siendo una editorial de gran peso, no sólo por su difusión de libros, sino por lo que espera la gente de ella
El Papa hace accesible lo que a veces es difícil de explicar
La comisión científica está integrada por Olegario González, Pablo Blanco, Manuel Aróztegui y Gabino Uribarri
Traducir al Papa da un cierto «temor reverencial»