"Ciclo C" (RD-Herder), se lo digo con conocimiento de causa, ha resultado un trabajo arduo, complicado y agotador. El primer evangelio de cada día en viñetas, que se dice pronto
(Jesús Bastante).- ¡Brrrr! ¡Me llevan los demonios! Empiezo por mostrar mi más rotunda indignación: pues no va «el Cortés» y se pilla un año sabático… dientes largos y ganas de descansar, como él, que también nos lo merecemos. Pero el tío se va, y además, nos cuentan, «obligado» por «presiones» de obispos y cardenales… Andábamos tan tranquilos en RD que, un buen día, llegamos a la redacción y nos encontramos unas hogueras muy monas, y todos los libros de Cortés quemándose, desde el primero al último. Y la llamarada llegaba hasta el cielo….
Pues no, señores, nada que ver. El «hermano Cortés», en su sano (santo) juicio, ha decidido colgar los lápices durante un tiempo y dedicarse a vivir, que ya le tocaba. Durante más de 30 años, sus dibujos han servido de estímulo y fuente de evangelización a chicos, jóvenes y adultos de toda España e Iberoamérica. Difícilmente podríamos encontrar un ejemplo similar, y mucho menos en un viñetista. En cierto sentido, Cortés ha sido, con sus dibujos, lo que Tony de Mello con sus oraciones: un soplo de aire fresco y de puro Evangelio encarnado en la vida de hoy.
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