Las ilusiones que brotan del corazón de los niños de todo el mundo escriben una carta a los Reyes que, si todos nos esforzamos en ello, pueden transformar nuestro mundo
(Lluís Martínez Sistach, cardenal de Barcelona).- La noche de Reyes para muchos niños es una noche mágica. Las ilusiones de la infancia en la noche de Reyes las podemos encontrar expresadas en pocas palabras, en estilo directo y sincero, en la carta a los Reyes. Los niños expresan lo que desean, lo que les hace ilusión, sean juguetes o sean objetos que necesitan. Sin embargo, en el corazón de estos niños hay muchas otras ilusiones, más importantes y más amadas por ellos, aunque no siempre las sepan expresar y explicitar.
Su mayor ilusión es que su madre y su madre se amen mucho y siempre, que se esfuercen por entenderse y vivir unidos, que se perdonen y reconstruyan las rupturas que la vida pueda producir. Este es el juguete que prefieren a todos los demás. Lo expresan los ojos tristes de los niños que no lo tienen. Ellos han nacido y han crecido en el seno de una familia y quieren que esta misma familia se mantenga unida, que puedan dar siempre una mano a su padre y otra mano a su madre, y así, con la sonrisa en los labios, caminar, correr, avanzar, crecer, madurar…
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