Se está llegando al punto de no reconocer en el matrimonio la raíz de la familia y en ésta la base de la socieda
Benedicto XVI se reunirá el 26 y 27 de octubre próximo con familias procedentes de todo el mundo, que llegarán al Vaticano con motivo del Año de la Fe y visitarán la tumba de San Pedro, informó hoy el arzobispo Vincezo Paglia, presidente del Consejo Pontificio para la Familia.
Paglia informó hoy de las actividades de su dicasterio tras el VII Encuentro Mundial de las Familias que se celebró en Milán en junio del pasado año. El próximo encuentro de la familias se celebrará en Filadelfia (EEUU) en 2015.
Del 23 al 25 de octubre, el «ministerio» vaticano para la familia celebrará su XXI Asamblea plenaria, que tratará sobre el 30 aniversario de la carta de los Derechos de la Familia.
El 26 y 27 de ese mismo mes, miles de familias de todo el mundo se reunirán en el Vaticano en dos jornadas de «rezo, unidad y fiesta», según precisó Paglia, que señaló que el primer día las familias se concentrarán en la plaza de San Pedro y al día siguiente asistirán a la misa que oficiará el Pontífice.
El evento -subrayó- será una ocasión de «recogimiento y plegarias para todas las familias que quieran reflexionar sobre la importancia de la familia como lugar de evangelización y cuna de la fe».
La Iglesia está «preocupada» por la crisis que atraviesan el matrimonio y la familia, está «sorprendida» por la «superficialidad» con la que se la acusa de «conservadora» y exige una defensa mas vigorosa de la familia, afirmó hoy el «ministro» vaticano para las familias, Vincezo Paglia.
Paglia denunció la «fuerte oposición cultural» existente hoy día contra la familia, debida al individualismo, la soledad y el culto al «yo»,
«En una sociedad cada vez más individualista es muy fácil poner en duda tanto el matrimonio como la familia, llevándolo hasta el punto de hacer desaparecer el significado de los términos. Se está llegando al punto de no reconocer en el matrimonio la raíz de la familia y en ésta la base de la sociedad», dijo Paglia.
El prelado insistió en que el matrimonio, entre un hombre y una mujer, constituye el «lugar primario de humanización del ser humano y la sociedad, la cuna del amor y la vida» y que ante los ataques que sufre, la Iglesia «está preocupada», sabedora de que la familia y el matrimonio siguen siendo «una buena noticia» para los hombres de hoy.
«Sorprende por ello la superficialidad con la que la Iglesia es acusada de conservadora. No se trata de apoyar instituciones superadas, sino de pensar en el futuro de la misma sociedad. Si algo se puede decir es que somos conservadores del futuro, del futuro de la sociedad», manifestó.
Agregó que familia significa «casa, estabilidad, crecimiento y futuro» y que por ello es «urgente» su «más vigorosa» defensa para que sea colocada «y rápidamente» en el centro de la política, de la economía y de la cultura.
Paglia se mostró también a favor de una nueva pastoral de ayuda a las familias, para preparar a los jóvenes al matrimonio, acompañar a las jóvenes familias y ayudar a las familias «heridas» y en los procesos canónicos de nulidad de matrimonios.
El arzobispo italiano también dijo, en la misma línea que Benedicto XVI, que no se puede asimilar el matrimonio entre un hombre y una mujer y la familia a cualquier otra forma de afectos, en clara referencia a las parejas de hecho y matrimonios homosexuales.
A este respecto, expresó su apoyo a la Iglesia francesa por su fuerte oposición a la aprobación de los matrimonio homosexuales por parte del gobierno de Francois Hollande y las manifestaciones en contra realizadas estos días por los católicos galos.
También reiteró la oposición de la Iglesia a las adopciones de hijos por parte de parejas homosexuales, insistiendo en que los hijos necesitan de un padre y una madre y no de un «progenitor A» y «progenitor B».
Asimismo criticó el que cada vez se tengan menos hijos, preguntándose que será del término «hermano» o «hermana» en el futuro.
También aseguró que no es suficiente «quererse mucho» para justificar el matrimonio y que por ello hay que reflexionar sobre las «decisiones equivocadas revestidas de razón».
El matrimonio, según Paglia, es «mucho más». Asimismo, defendió la fidelidad en la pareja y echando mano del fútbol dijo que igual que se dice «Lazio o Roma (equipos italianos) for ever», «¿no se puede decir lo mismo para la mujer o el marido?».
El arzobispo aseguró que la Iglesia seguirá apoyando a la familia, «institución divina que está en la base de la vida de las personas, prototipo de todo ordenamiento social».
Los Encuentros Mundiales de la Familia tienen como objetivo central reforzar la institución familiar y sus lazos en los cinco continentes.
Estas reuniones se iniciaron en octubre de 1994 en Roma, coincidiendo con la celebración del Año Internacional de la Familia declarado por la ONU.
El segundo tuvo lugar en la ciudad brasileña de Río de Janeiro; en el 2000, con motivo del Año del Jubileo, de nuevo las familias se reunieron en Roma, bajo el epígrafe «Los hijos, primavera de la familia y de la sociedad».
En 2003 las familias cristianas de todo el mundo se dieron cita en Manila, en 2006 en Valencia (España), a donde acudió por primera vez Benedicto XVI; en 2009 en Ciudad de México y en 2012 en Milán (Italia).
A la capital mexicana el papa Ratzinger no pudo acudir por motivos de salud, debido a la altitud de la capital mexicana, aunque si intervino por videoconferencia y anunció Milán como siguiente etapa. La próxima cita será en Filadelfia en 2015.
(RD/Agencias)
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