El evangelio de cada domingo va a señalarnos diferentes lugares en los que Él nos está esperado: el desierto, la montaña, la paciencia de Dios
El gesto que inaugura la Cuaresma nos invita a hacer cenizas nuestro viejo corazón en pecado y a dejar que el fuego calcine en nosotros, y en la humanidad entera, toda violencia, toda represión, toda prepotencia, todo miedo.
Comenzamos una larga celebración en la que la Iglesia nos convoca a dejar que el Espíritu renueve nuestros corazones para que, del polvo de nuestras cenizas, puedan brotar la vida y la fiesta.
La Cuaresma es un camino que quiere sacarnos de donde estamos para llevarnos a una meta de libertad y plenitud.
Es el recuerdo de un camino que partió de la esclavitud y, atravesando el desierto, llevó a una patria nueva y a una vida nueva.
Es el camino que, partiendo de nuestro desierto de luchas y tentaciones, nos lleva a la mañana de Pascua.
Más que tiempo de ayunos y abstinencias es un tiempo de decisiones:
Es tiempo de enfrentarnos con nosotros mismos.
Es tiempo donde es preciso definirnos entre «ser o no ser».
Es tiempo donde es preciso definirnos entre «ser nosotros mismos» o «ser como todos».
Es tiempo donde se da esa lucha, esa tentación entre aceptar el reto de vivir en nuestra verdad o seguir engañándonos, maquillados con falsas imágenes copiadas de los demás.
Es tiempo de tentación: la tentación de ser o no ser.
La tentación de ser o seguir siendo a medias.
Por eso es tiempo de decisión.
Donde decidimos, no sobre los demás, sino sobre nosotros mismos.
No es una batalla que se da fuera, sino en la mente y el corazón.
El punto de partida: lo que somos, donde estamos.
El camino: lucha por ser más, un horizonte nuevo.
La meta: una mañana de Pascua donde resucitemos como seres nuevos.
El evangelio de cada domingo va a señalarnos diferentes lugares en los que Él nos está esperado: el desierto, la montaña, la paciencia de Dios que siempre nos da una nueva oportunidad, la casa del Padre donde siempre nos espera, el perdón reparador que rehace nuestra vida. Dichosos nosotros si acudimos a la cita y dejamos que su amor nos transforme y nos arrastre hacia la Pascua.
Libro práctico para el tiempo de Cuaresma Ciclo C. Bien sabemos que la Cuaresma es el tiempo de «la gran catequesis» de los cristianos para redescubrir el amor que Dios nos tiene y responder a su amor. Para ayudarnos en esta indispensable empresa de todo cristiano y de toda comunidad cristiana, el autor nos presenta las celebraciones dominicales de este tiempo de Cuaresma que nos lleva al misterio de la Pascua del Señor que se entregó por nosotros, mereciendo así que el Padre le resucitara y validara así su vida.
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