Rotunda condena, sin paliativos

La bomba en La Almudena

No alimentemos la teoría de la persecución

La bomba en La Almudena
Lugar donde se halló la bomba en la Almudena

No vivimos en un país de clericales y anticlericales. Ya no: vivimos en un país de convivencia y democracia, donde todos podemos expresarnos libre y pacíficamente

(Jesús Bastante).-Los Tedax desactivaron ayer un artefacto explosivo en el interior de la catedral de La Almudena. Un instrumento casero, que cualquiera -desgraciadamente- puede fabricar en su casa y que podría haber provocado graves daños de haber explosionado.

Por fortuna, el sacerdote Jesús Junquera, que encontró el paquete, avisó con prontitud a la Policía y los expertos en explosivos procedieron a su desactivación. No hubo daños ni víctimas.

Ante hechos como éste, sólo nos cabe afirmar nuestra rotunda condena, sin paliativos. Actos de este tipo únicamente pueden ser condenados y despreciados. La Policía sospecha que el acto pudo ser obra de un perturbado, o de algún grupo antisistema -¿qué queremos decir con antisistema?-. En todo caso, hay que colaborar con las autoridades para encontrar al/los responsable/s y que hechos de esta índole no vuelvan a suceder.

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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