Desearía que fuera más joven que Benedicto XVI cuando fue elegido
El obispo de León, Julián López, ha afirmado hoy que le «encantaría» que el nuevo papa que sustituya a Benedicto XVI fuese «más joven», con más «fuerza física» e hispano, puesto que «la mitad de los católicos del mundo rezan en español».
López ha hecho estas declaraciones ante los medios después de bendecir y colocar la primera piedra de una nueva iglesia que se construirá en el barrio de La Lastra de la capital leonesa.
El obispo de León ha confiado en el que colegio cardenalicio encuentre «a la persona adecuada» después de tomarse un tiempo de reflexión y estudio.
«Desearía que fuera más joven que Benedicto XVI cuando fue elegido», aunque ha insistido en que la edad «no le quita mérito al actual pontífice».
Su deseo de que el nuevo papa tenga «más fuerza física» se basa en que quien salga elegido no sea solo un papa «de transición», a pesar de que los pontífices de transición del siglo XX han resultado «verdaderamente revolucionarios», especialmente Juan XXIII, que a juicio de López, «sigue siendo el más querido».
En cuanto a su país de origen, el obispo de León ha mantenido que «no apuntaría a naciones o a colores, sino a continentes», a lo que ha añadido que «la mitad de los católicos del mundo reza en español» y por eso le encantaría que el nuevo papa tuviera «apellido hispano», ya sea de América del norte, del sur o europeo.
(Rd/Agencias)