La Iglesia Católica hace agua por todos los flancos. Papado, Curia, Colegio cardenalicio, Episcopado, Concilios, Orden clerical, Poder de régimen, Dogmas, Diócesis, Parroquias, Laicado, Familia, Procreación, Celibato, Seminarios, Conventos...
(Celso Alcaina).- La renuncia de Benedicto XVI al Papado demuestra que el actual estatus de quien teóricamente manda en el Catolicismo nada tiene de envidiable.
Su precursor, Sixto V, siglo XVI, organizó la Curia a imitación de los vecinos gobiernos de la época. Era el inicio de la «burbuja romana«. Intensificó la centralización del régimen eclesiástico. Cada uno de los departamentos (Congregaciones y otros organismos) asumió más y más atribuciones. Hasta el colapso. Hasta la confusión.
Las reformas de Pío X y Pablo VI más que simplificar la Curia la amplificaron y fortalecieron. Ningún resquicio a la iniciativa y originalidad de las iglesias locales. Además de las diez Congregaciones, está la reforzada Secretaría Papal con sus dos secciones. Añádanse los numerosos «Consejos pontificios», las muchas «Comisiones cardenalicias», los Institulos ponticios, la Banca Vaticana (IOR), etc.
El Papa ha de visar y aprobar cada acto de cada departamento. Trátese de un documento, de un dossier, de una dispensa, de un nombramiento, de un decreto, de una audiencia… Miles de dispensas, de nombramientos, de decretos, de audiencias, de cartas, de viajes, de importantes inversiones. Cada día ha de comprometerse. Ha de recibir. Ha de controlar. Hacerlo «adecuadamente» es imposible.
Desde hace siglos el Papa sí lo hace, pero «inadecuadamente». Ratzinger es ahora consciente de ello. Por eso abandona. Por honestidad. O por cobardía. Podría dar algún paso para descentralizar, para simplificar, para purificar. Pero eso resulta demasiado difcícil, casi imposible, atrapado como está en la telaraña de una poderosa Curia contaminada. Prefiere dejar el timón del cenobio a otro «abad». Lamentablemente, estamos ante una institución endogámica. Es previsible que el nuevo «abad» romano herede el pusilánime talante de su antecesor.
Para leer el artículo completo pincha aquí: