Lo que resulta impresentable es atribuir al Dios del Evangelio una intervención especial en la elección del obispo de Roma, llámese o no papa
(Celso Alcaina).- La renuncia de Benedicto XVI al Papado nos ha dado la ocasión para verter opiniones de toda índole y acerca de muy diversos aspectos de la Iglesia. Sobre la misma renuncia, sobre la personalidad de Ratzinger, sobre el Colegio Cardenalicio, sobre la estructura eclesástica, etc.
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